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Cuaderno de investigación de Leoncio López-Ocón sobre las reformas educativas y científicas de la era de Cajal. ISSN: 2531-1263


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En el instituto de Valencia sí fue posible simultanear la docencia con la investigación

En las recientes VI Jornadas Científicas de la Sociedad Española para el Estudio del Patrimonio Histórico Educativo (SEPHE) de las que ofrecí información en otro post (ver aquí), me ha llamado la atención la comunicación «Revistas científicas de Ciencias Naturales recibidas en el Instituto de Valencia entre 1900 y 1936. Un ejemplo de catalogación y conservación del patrimonio histórico educativo», presentada por el profesor y vicesecretario del IES Luis Vives de Valencia, José María Azkárraga, -activo promotor de las rutas por la Valencia republicana- y el profesor de la Universidad de Valencia José Ignacio Cruz Orozco.

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José María Azkárraga ofrece una explicación histórica en el patio del IES Luis Vives

En este blog se viene sosteniendo que numerosos profesores de instituto lograron compaginar las tareas docentes con las investigadoras en sus centros educativos antes del inicio de la guerra «incivil».La comunicación que comento- que se puede leer en su integridad en el libro de actas de las jornadas  Pedagogía museística. Prácticas, usos didácticos e investigación del patrimonio educativo, coordinado por Ana María Badanelli Rubio, María Poveda Sanz y Carmen Rodríguez Guerrero – confirma tal hecho. Sus autores centran su atención en la labor investigadora que se llevó a cabo en la cátedra de Historia Natural, Fisiología e Higiene del Instituto de Valencia durante el último cuarto del siglo XIX y primer tercio del siglo XX, gracias a la acción de tres notables profesores de ciencias naturales y relevantes investigadores.

El primero fue el catedrático madrileño Emilio Ribera Gómez (1853-1921), quien impartió clases en el Instituto de Valencia entre 1877 y 1904. Muy preocupado por la didáctica de las ciencias naturales publicó en 1879 la primera edición de sus Elementos de historia natural. Se reeditó en 14 ocasiones y está considerado uno de los manuales de mayor nivel científico de los publicados en la España del siglo XIX para los estudiantes de bachillerato.

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Caricatura de Emilio Ribera hacia 1894 proporcionada por José María Azkárraga. Publicada originariamente en el libro de Carles Sirera Miralles «Un título para las clases medias»

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De esta obra de Emilio Ribera se hicieron 14 ediciones.

El segundo fue el catedrático Celso Arévalo Carretero (1885-1944). Este naturalista, nacido en Ponferrada,  a pesar de estar solo seis años en el Instituto de Valencia -entre 1912 y 1918- dejó una profunda huella en ese centro docente gracias a las múltiples iniciativas que emprendió como profesor e investigador. Muy poco después de instalarse en la capital levantina creó en ese Instituto el Laboratorio de Hidrobiología Español, el primero que se dedicaba en este país al estudio de la ecología de las aguas dulces. Los objetivos del laboratorio eran, según su coetáneo E. Fernández Galiano: «desarrollar el estudio de las condiciones biológicas de las aguas dulces, la redacción de un catálogo taxonómico de la fauna y flora dulce acuícola, la investigación de las variaciones intrínsecas y estacionales del plankton, de la distribución geográfica de los seres fluviales, etc.». Además promovió en 1913 la fundación de la sección de Valencia de la Real Sociedad Española de Historia Natural, que tuvo como sede el propio Instituto. Y también impulsó la edición de los Anales del Instituto General y Técnico de Valencia, cuya edición se inició en 1916 para recoger los resultados de las investigaciones científicas de su profesorado. De esta publicación se editaron 16 volúmenes que permitieron mantener una política de canje con revistas científicas de todo el mundo, como veremos a continuación.

Y el tercero el valenciano Luis Pardo García (1897-1958), quien se formó como biólogo al lado de Celso Arévalo en los años valencianos de este profesor. Cuando Arévalo se desplazó a Madrid para hacerse cargo de la cátedra de Historia Natural del Instituto del Cardenal Cisneros Pardo asumió la responsabilidad de mantener operativo el Laboratorio de Hidrobiología valenciano creado por su maestro. Esa tarea la asumió hasta 1927, año en el que también se trasladó a Madrid para trabajar en el recién creado Consejo Superior de Pesca y Caza, convirtiéndose en un especialista en Piscicultura. En 1932 publicó la importante obra Los lagos de España.

Anales - peces 1921

Como resultado de las actividades y  conexiones  de estos tres naturalistas el Instituto de Valencia acumuló una importante colección de revistas científicas de ciencias naturales que tras la guerra «incivil» estuvieron depositadas, primero, en el refugio antiaéreo que se construyó en el subsuelo del Instituto, y luego en la capilla cuando el Instituto fue derruido casi en su totalidad en 1975 para ser reformado.

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Fotografía de Mercedes Grau del refugio antiaéreo del IES Lluis Vives. Una arquitectura olvidada y desconocida

Afortunadamente gracias a la labor llevada a cabo en la década de 1990 por Vicente Martínez-Santos Ysern y Jesús Ignacio Catalá Gorgues se ordenaron las publicaciones que lograron ser salvadas, y se prepararon para el estudio que se ha empezado a hacer en la actualidad.

Un avance de ese trabajo es el que han ofrecido José Mª Azkárraga y José Ignacio Cruz en su comunicación a las VI Jornadas de la SEPHE. En ella, a modo de anexo, ofrecen un detallado listado  de 115 publicaciones científicas conservadas en el Instituto de Valencia.

Proceden de 33 países como los siguientes, unos de ellos independientes, otros en situación colonial en aquella época.

28 de España Actas y Memorias. Sociedad Española de Antropología, Etnografía y Prehistoria (1922-1924); Anuari Junta de Ciències Naturals (1917-1918); Asociación Española para el Progreso de las Ciencias (1908-1932); Boletín de la Real Sociedad de Historia Natural (1901-1936); Boletín de la Sociedad Aragonesa de Historia Natural (1915-1918); Boletín de la Sociedad Ibérica de Historia Natural (1919-1936), Boletín de la Sociedad Oceanográfica de Guipuzcoa (1911-1923); Boletín de Pescas. Ministerio de Marina (1916-1928);  Boletín Oficial de Minas y Metalurgia (1924-1936); Butlletí de la Institució Catalana d’Historia Natural (1921-1931); Catalogus Semium Quae Horto Botanico Matritense (1903-1921), Conferencias y Reseñas Científicas de la Real Sociedad de Historia Natural (1931-), Ibérica. El progreso de las ciencias y de sus aplicaciones: revista semanal ilustrada (1914-1928), Ideales pesqueros (1925-1926), Memoria de la Real Sociedad de Historia Natural (1903-1929), Memorias del Instituto Español de Oceanografía (1919-1930), Memorias del Instituto Geológico de España (1916-1917), Memorias del Museo de Ciencias Naturales de Barcelona (1922-1928), Notas y Resúmenes. Ministerio de Marina. Dirección General de Pesca (1924-1932), Reseñas científicas de la Real Sociedad de Historia Natural (1926-1935), Revista Española de Biología (1932), Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Valencia (1933-1936), Trabajos del Instituto Español de Oceanografía (1916-1930), Trabajos del Museo de Ciencias Naturales de Barcelona (1918-1936), Trabajos del Museo Nacional de Ciencias Naturales . Serie Botánica (1912-1935), Trabajos del Museo Nacional de Ciencias Naturales. Serie Geológica (1912-1923), Trabajos del Museo Nacional de Ciencias Naturales. Serie Zoológica (1912-1930), Treballs de la Institució Catalana de Historia Natural (1919-1931).

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13 de Estados Unidos American Museum Novitates (1921-1960), Annual Report of the Department of Conservation of the State of Indiana (1923-1928), Annual Report of the Smithsonian Institution (1916-1956), Bulletin of the American Museum of Natural History (1916-1923), California Fish and Game (1921-1932), Field Museum of Natural History Zoological from Chicago (1909-1916), Illimois Biological Monographs (1916-1952), Proceedings of the American Academy of Arts and Sciences (1921-1935), Publications Puget Sound Biological Station. University of Washington (1918-1925), School of Mines and MettalurgyUniversity of Missouri (1922-1927), State Entomologist. Indiana (1913-1916), Transactions of the San Diego Society of Natural History (1920-1929), University of California Publications. Zoology. Botany (1916-1932).

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7 de Francia Bulletin de la Société des Sciences Naturelles de l’Ouest (1915-1934), Bulletin de la Société d’Etudes Scientifiques d’Angers (1920-1923), Bulletin de la Société Linneaine du Normandie (1918-1924); Expeditions scientifiques du «Travailleur» et du «Talisman» (1888-1906), Miscellanea Entomologica (1920-1929), Revue Algologique. Laboratoire de Cryptogamie (1924-1925), Revue Scientifique (1885-1914).

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6 de Australia; Geological Suvey Western Australia (1899-1929), Journal and Proceedings of the Royal Society of Western Australia (1921-1938), Memoirs of the Queensland Museum (1918-1932), Proceedings of the Pan-Pacific Science Congress (1923), The Australian Zoologist (1920-1930), Transactions and Proceedings of the Royal Society of South Australia (1899-1929).

5 de Italia Atti dell’Academia Scientifica. Veneto.Trentino. Istria (1917-1940); Bolletino del Laboratorio de Zoologia Generale e Agraria (1920-1926); Bolletino della Societá Lombarda per la Pesca e l’Acquicultura (1914-1919), La Nuova Notarisia (1916-1923), Scientia. Rivista di Scienza (1918-1924)].

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4 de Alemania Archiv für Hydrobiologie und Planktonkunde [1911-1912], Das Pflanzenreich , herausgegeben A. Engler (1905-1907), Mitteilungen aus der Zoologischen Sammlung des Museums für Naturkunde in Berlin (1898-1925), Natur und Museum (1927-1936)]; Argentina Anales del Museo de la Plata (1925-1930), Memoria de la Dirección General de Minas, Geología e Hidrología (1920-1922). Physis. Sociedad Argentina de Historia Natural (1920-1922),  Revista del Museo de la Plata (1921-1932), Brasil Archivos do Jardin Botanico de Rio do Janeiro (1922), Boletin do Museu Nacional do Rio de Janeiro (1923-1926), Museu Rio de Janeiro (1876-1930), Revista do Museu Paulista (1919-1922), India Bolletin de Medicina e Farmacia da India Portuguesa (1917-1925), Journal and Proceedings of the Asiatic Society of Bengal (1927-1929), Memoirs of the Asiatic Society of Bengal (1922-1929), Report of the State Board of Forestry (1917-1918), República Checa Biologické Spisy Vysoké Zverolékarské (Publications Biologiques Ecole Hautes Etudes Vétérinaires) (1922-1935), Bratislavské Lakarske Listy (1930-1936), Seznam Osob a Ustavu (1922-1932), Spisi vydavané Pritodovedeckon. Brno (1930-1935),

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3 de Canadá Dominion Alberta and Saskatchewan Fisheries Comission (1910-1913), McGill University Publications (1922-1932), Report of the Provincial Museum of Natural History (1914-1925); México Anales del Instituto Geológico de México (1917-1923),  Boletín de la Dirección de Estudios Biológicos (1917-1920), Boletín del Instituto Geológico de México (1918-1925), Polonia Acta Ornithologica Musei Zologici Polonici (1933-1935); Annales Zoologici Musei Polonici Historiae Naturalis (1930-1935), Poloskiego Panstwowego Muzeum Przyrodniczego (1924-1934) y Suiza Actes de la Société Helvetique des Sciences Naturelles (1922-1930), Fischerei. Zeitung (1914-1916), Vierteljahrschrift der Naturforschenden Gesselschaft in Zurich (1921-1935).

2 de Bélgica Annuaire de l’Académie Royale (1922-1936),  Bulletin de la Classe des Sciences (1922-1936); Japón Japanese Journal of Zooology (1932-1933), The Journal of the Anthropological Society of Tokio (1921-1930);  Marruecos Bulletin de la Société des Sciences Naturelles du Maroc (1914-1932), Mémoires de la Société des Sciences Naturelles du Maroc (1921-1933);  Mónaco Bulletin du Musée Oceanographique du Monaco (1904-1927),  Résultats des campagnes du Prince de Monaco Albert I (1889-1914); Suecia Bulletin of the Geological Institution of the University of Upsala (1932-1935), Undersökningar rörande Sveriges fiskerier (Investigaciones pesqueras en Suecia) (1921-1927),

1 de Argelia: Archives des Instituts Pasteur de l’Afrique du Nord (1922-1924); Ceilán Spolia Zeylanica (1914-1940); China (Hong Kong) Report of the Botanical and Forestry Department 1925-1930; Colombia Boletín de la Sociedad Colombiana de Ciencias Naturales (1912-1930); islas Fiji Transactions of the Fijian Society (1912-1924),  Filipinas The Philippine Journal of Science (1922-1930) , Luxemburgo Bulletins Mensuels. Société des Naturalistes Luxembourgeois (1916-1930);  Perú Boletín del Cuerpo de Ingenieros de Minas de Perú (1921), Portugal Bulletin de la Société Portugaise des Sciences Naturelles (1908-1921)]; Reino Unido The Fishing News (1926-1927), Rodesia Proceedings of the Rhodesia Scientific Association (1915-1929); Rusia Bulletin de l’Institut des Recherches Biologiques de Perm (1926-1932)];  Uruguay Anales del Museo de Historia Natural de Montevideo (1909-1931)]; Túnez Archives de l’Institut Pasteur de Tunis (1925-1926).

Esas 115 publicaciones recibidas en la cátedra de Historia Natural del Instituto de Valencia estaban redactadas en 12 idiomas:

35 en castellano, 31 en inglés, 17 en francés, 6 en alemán y en portugués, 5 en italiano, 4 en checo, 3 en catalán y en polaco, 2 en sueco y japonés, 1 en ruso

Y su distribución temática sería la siguiente: 49 de Historia Natural, 13 de Oceanografía y Pesca, 10 de Ciencias, 11 de Zoología, 10 de Geología, 7 de Botánica, 4 de Hidrobiología, 4 de Medicina y Microbiología, 3 de Antropología, 2 de Citología e histología, 1 de Enseñanza de las Ciencias y 1 Protección de animales y plantas.

Esta importante colección de revistas llegadas al Instituto de Valencia, gracias a las gestiones de sus profesores de Ciencias Naturales, es otra prueba más de la internacionalización de las actividades científicas de un amplio número de investigadores españoles en el primer tercio del siglo XX, varios de ellos vinculados a los institutos de enseñanza media.

Algunas de estas publicaciones están accesibles on line en grandes repositorios bibliográficos como el de la Biodiversity Heritage Library o la Biblioteca digital del Real Jardín Botánico de Madrid.

Para saber más:

Santos Casado,»Celso Arévalo, catedrático de segunda enseñanza y fundador de la ecología acuática en España», Participación Educativa. Revista del Consejo Escolar del Estado, número extraordinario, 2011, pp. 90-99. (ver aquí).

Jesús Ignacio Catalá Gorgues, Los cultivadores de la historia natural en Valencia (1900-1940), Tesis doctoral, Universitat de València, 1999 (ver aquí).

E. Fernández Galiano, «Moviment cientific natural durante l’any 1916-1917», Junta de Ciències Naturals, Anuari II, 1917, p. 667, Ajuntament i Diputació de Barcelona, 1918 (accesible aquí).

José Mª López Piñero, «Emilio Ribera Gómez (1853-1921) y la enseñanza de la historia natural en la Valencia del siglo XIX», en Emilio Ribera Gómez, Elementos de Historia Natural (Valencia 1893). Estudio introductorio, Valencia, Cátedra de Eméritos de la Comunidad Valenciana, 2003, pp.I-XIV.

Carles Sirera Miralles, Un título para las clases medias. El Instituto de Bachillerato Lluìs Vives de Valencia, 1859-1902, Publicacions de la Universitat de Valencia, 2011.


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Un lustro de bonanza para el material científico del Instituto de Murcia entre 1906 y 1910

Entre 1906 y 1912 se invirtieron 540.557 pesetas para compra de material científico en los 56 institutos generales y técnicos, antecedentes de los actuales Institutos de Enseñanza Secundaria, existentes en el Estado español en aquel entonces. Un desglose detallado de esas inversiones, instituto por instituto, se encuentra en la tabla que acompaña a la comunicación «1906-1910. Un lustro de mejoras en el ajuar científico de los institutos y en el material para la enseñanza de la geografía», que voy a presentar el viernes 23 de octubre en las VI Jornadas científicas de la SEPHE (Sociedad Española para el Estudio del Patrimonio Histórico-Educativo), de las que he dado cuenta en otro post. (ver aquí).

Tras haber informado en otras ocasiones en este blog de las peticiones efectuadas en aquellos años por los institutos de Ourense (ver aquí ) y Zaragoza (ver aquí) para mejorar su material científico gracias a una partida extraordinaria de los presupuestos del Estado voy a hacerme eco en esta ocasión de la situación del instituto de Murcia.

Me ha animado a ello la lectura de la tesis de José Pedro Marín Murcia, «El material científico para la enseñanza de la botánica en la región de Murcia (1837-1939)» defendida exitosamente por su autor el pasado 15 de octubre de 2014 en el Departamento de Didáctica de las Ciencias Experimentales de la Facultad de Educación de la Universidad de Murcia, y accesible on line aqui. El tribunal estuvo presidido por Antonio Viñao, y compuesto además por Antonio Moreno González, Gabriela Ossenbach, Gaspar Sánchez Blanco y el autor de este post. Los directores de la tesis han sido los profesores José Mariano Bernal Martínez y José Damián López Martínez, expertos en la historia de la didáctica de las ciencias experimentales en la España contemporánea.

tesis Jose Pedro Marin

Comparando los datos del Instituto de Murcia con los de otros institutos del distrito universitario de Valencia, al que estuvo adscrito hasta la constitución de la Universidad de Murcia en 1915, llama la atención que fue uno de los centros educativos privilegiados en la asignación de recursos para material científico efectuada por el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes. Así se aprecia en la siguiente información.

De las 53.020 ptas que llegaron entre 1906 y 1910 a los cinco institutos de ese distrito casi una cuarta parte – 14,400 ptas-  correspondieron al Instituto de Murcia. Fue el que recibió más recursos. Le siguieron los institutos de Valencia, con 13,560 ptas., Alicante con 9,300,  Albacete con 8.360 ptas y  Castellón con 7.400 ptas.

Desglosando esas cifras año por año en ese período de tiempo nos encontramos con la siguiente situación:

En 1906 se distribuyeron en el distrito universitario de Valencia  9,650 ptas  (de un total de 100 mil pesetas que se consignaron en el presupuesto extraordinario para comprar material científico para el conjunto de institutos) de la siguiente manera: Valencia y Albacete recibieron 2.080 ptas cada uno, y los institutos de Alicante, Castellón y Murcia 1,800 ptas.

Esta situación se mantuvo en el año 1907.

En el año 1908 se cambiaron los criterios de distribución de los recursos, pues los técnicos del Ministerio introdujeron otros factores para su asignación. En ese año el Instituto de Valencia recibió 4.000 ptas, el de Murcia 3.600 ptas, los de Alicante y Albacete 1.400 ptas y el de Castellón 1.000 ptas. Esas 11,400 ptas significaron el máximum de recursos anuales que llegaron al distrito universitario de Valencia en el mencionado período de tiempo.

Para el año 1909 la asignación fue menor, en total 9.800 ptas, ya que las 4.000 ptas recibidas en 1908 por el Instituto de Valencia se vieron reducidas a 2.400 ptas. Los demás institutos recibieron las mismas cantidades que en 1908.

En el año 1910 el total asignado a los institutos del distrito valenciano fue de 10.600 ptas distribuidas de la siguiente manera: Murcia 3.600 ptas, Valencia 2.400 ptas, Castellón 1.800 ptas., Alicante y Albacete 1.400 ptas.

La creación del Instituto de Material Científico por decreto de 7 de marzo de 1911, que sería presidido por Santiago Ramón y Cajal, introdujo nuevos criterios más selectivos de distribución de los recursos económicos. De manera que para el año 1912 solo se asignaron 1.500 ptas al Instituto de Alicante y 600 ptas al de Valencia.

Dos documentos permiten aproximarnos mejor al comportamiento que tuvieron los profesores de las cátedras de Agricultura, Física y Quimica, Fisiología e Historia Natural y Geografía e Historia del Instituto de Murcia ante la ventana de oportunidad que se les ofreció  entre 1906 y 1910 para proveerse de material científico con el que mejorar la enseñanza práctica y experimental de sus asignaturas.

Fachada del Instituto de Murcia. En sus dependencias se instaló provisionalmente la Universidad de Murcia en 1915.

Fachada del Instituto de Murcia. En sus dependencias se instaló provisionalmente la Universidad de Murcia en 1915.

El 10 de marzo de 1906, por ejemplo, Amdrés Baquero Almansa, que era director del Instituto General y Técnico de Murcia desde 1904 según consta en una interesante noticia biográfica de Francisco Javier Díez de Revenga (ver aqui), solicitó al Subsecretario del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes la adquisición del siguiente material científico de experimentación por un importe total de 2.113 ptas. Dado que el Ministerio le asignó ese año, como vimos líneas atrás, 1.800 ptas no todo este material solicitado fue adquirido. Pero por ahora no sabemos qué es lo que realmente llegó al Instituto de Murcia como consecuencia de la siguiente demanda, cuyo coste era el siguiente:

65 ptas. Un hornillo de mufla al gas para incineraciones

110 ptas. Hornillo Parrot de doble circulación para fundir

75 ptas. Hornillo para análisis orgánicos

40 ptas. Hornillo para crisoles de platino

200 ptas. Horno de mufla al gas con su fuelle

105 ptas. Soplete para gas, forma Paris, con su fuelle

25 ptas. Flamero Berzelius

25 ptas. Id. con soplete de Debrey

200 ptas. Colección de aparatos de telegrafía sin hilos

100 ptas. Colección de reactivos en sus frascos de vidrio

250 ptas. Estuche de Mineralogía

300 ptas. Balanza sencilla de precisión

100 ptas. Balanza de Westphall (sic), que alude probablemente a la balanza de Mohr-Westphal que es un dispositivo que se utiliza para la determinación de densidades de líquidos, como se explica en detalle aquí.

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Balanza hidrostática o balanza Mohr-Westfal. Tomada la imagen de campus.usal.es

12 ptas. 2 frascos de densidades (para sólidos y para líquidos)

25 ptas. Estuche con escala de dureza de Mohs

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Material didáctico de geología. Colecciones de minerales y rocas. Estuche actual para determinación de la dureza de los minerales de la casa IBD de equipamiento pedagógico-científico

350 ptas. Microscopio petrográfico

Modelo de microscopio petrográfico binocular del Museo Geominero de Madrid tomado de www.esacademic.com

Modelo de microscopio petrográfico binocular del Museo Geominero de Madrid. Imagen procedente de http://www.esacademic.com

80 ptas. Estuche de micrografía

16 ptas. 2 navajas para secciones micrográficas

35 ptas. Cristalizadores, cubetas con fondo de corcho, vidrios de reloj, portaobjetos y cubre objetos, médula de sauco, bálsamo de Canadá, et.

El Archivo General de la Administración de Alcalá de Henares custodia otro documento, parecido al que hemos transcrito anteriormente, en el que sí hay una mayor correspondencia entre lo que se solicitó desde el Instituto de Murcia y lo que fue realmente adqurirido.

Me refiero a la petición efectuada por el mismo director firmada en Murcia el 15 de febrero de 1910 que ascendía a 3,630 ptas. Considerando que aquel año ese estableciemiento educativo recibió 3.600 ptas para la adquisición de material científico pareciera que todo lo que se demandó en aquella ocasión llegaría al ajuar del Instituto. Lo que se demandó en aquel año, al que cabe calificar de «annus mirabilis» de la ciencia española, fue lo siguiente:

600 ptas. Galvanómetro universal de precisión, usado para detectar y medir la corriente eléctrica.

825 ptas. Tercera parte de un Gabinete de Anatomía de 42 modelos

500 ptas. Colección de plantas para el Botánico. Este jardín botánico era uno de los mejores centros para la enseñanza de la botánica en la España de aquel entonces según muestra José Pedro Marín en su tesis doctoral, a la que aludí anteriormente.

Vista del Jardín Botánico del Malecón de Murcia adscrito a su Instituto. Imagen tomada de la revista universitaria de divulgación científica Eubacteria

Vista del Jardín Botánico del Malecón de Murcia adscrito a su Instituto. Imagen tomada de la revista universitaria de divulgación científica Eubacteria

60 ptas. Binador de tres arados, para una caballería

175 ptas. Sembradora Rud Sach, para dos surcos

30o ptas. Nuevo evaporador para secar frutos

20 ptas. Lupa, gran modelo

60 ptas. Lámpara de incandescencia al alcohol y doce manguitos

500 ptas. Aparato completo de proyecciones. Probablemente este aparato se refiera a esta linterna mágica que llegó al Instituto en 1910 con placas de vidrio, algunas móviles, de especial interés y atractivo, según comentan los autores del catálogo del Musax, el Museo del Instituto Alfonso X el Sabio de Murcia, al que se puede acceder aquí.

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Linterna mágica, Hélios deposé, Paris, 1910 (44 x 13,5x 25)

40 ptas. Mapa de Africa con las modernas divisiones

150 ptas. Aparatos y útiles de química

400 ptas. Productos químicos

La información proporcionada acá confirma lo que ya habían constatado los estudiosos de las vicisitudes del actual Instituto Alfonso X el Sabio. Es decir que el período de la dirección del catedrático de Retórica y Preceptiva Literaria Andrés Baquero Almansa, entre 1904 y 1915, fue uno de los más fecundos en su historia.

Andrés Baquero Almansa. Retrato de Falgas. Galería de Rectores. Universidad de Murcia

Andrés Baquero Almansa. Retrato de Falgas. Galería de Rectores. Universidad de Murcia

Así se sostiene en el libro colectivo El Instituto Alfonso X El Sabio: 150 años de historia de 1987 y en la obra de Carlos López Fernández Ciencia y enseñanza en algunas instituciones docentes murcianas de 2002.

La información ofrecida en este post se ha de completar con la ofrecida por las Memorias del Instituto. Por ejemplo, entre la numerosa información valiosa que ofrece José Pedro Marín en la tesis ya mencionada, señala en la página 224 que en la Memoria leída en la inauguración del curso 1911-1912 se indicó que el Instituto había adquirido para su gabinete agronómico varios tableros murales sobre plantas naturales, químicas, alimentarias, venenosas, el champiñón y dos de plantas en germinación. Por su parte la memoria leída en la inauguración del curso académico de 1912 a 1913 informaba de la compra de un cuadro de plantas parásitas y dos láminas de la filoxera de la vid.

Gran parte de estas colecciones científicas se encuentran actualmente accesibles en el MUSAX, el Museo del Instituto inaugurado en el año 2009, dividido en cuatro secciones: la biblioteca, y las áreas de física y química, ciencias naturales e imagen. Se puede acceder a su catálogo aquí.  Del gabienete de física del antiguo instituto provincial de Murcia efectuó en el año 2009 una muy útil guía didáctica el catedrático José Abelardo Vidal de Labra, accesible aquí.

El Instituto Alfonso X el Sabio de Murcia es uno de los socios fundadores, y muy activo,  de la Asociación Nacional para la Defensa del Patrimonio de los Institutos Históricos, sobre la que se puede encontrar información aquí, y de la que es socio el autor de este blog.