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Cuaderno de investigación de Leoncio López-Ocón sobre las reformas educativas y científicas de la era de Cajal. ISSN: 2531-1263


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La apertura al mundo del Madrid científico-técnico y artístico en marzo de 1932

Los asuntos científico-técnicos estuvieron bien presentes en la esfera pública madrileña en el mes de marzo de 1932, en el que la actualidad política estuvo dominada por la tensión creciente entre el partido radical de Lerroux y el PSOE, que formaba parte de la coalición gubernamental que sostenía al gobierno de Azaña.

Diversos textos e imágenes dan prueba de ello como se aprecia en los dos asuntos que abordo en esta entrada. El primero se refiere a la campaña emprendida para superar el déficit tecnológico en el uso de la radio como medio de comunicación y conocimiento. El segundo a la acogida dispensada en Madrid a los integrantes del IX Congreso internacional de Cirugía que se reunieron en la capital española en ese mes de marzo de 1932 antes de visitar también Sevilla y Barcelona.

Superar las deficiencias de la radiodifusión en España fue un tema recurrente en las páginas de la prensa de aquel mes.  Con ese motivo el 2 de marzo, en la interesante sección semanal Ondas sonoras del diario Luz,  se entrevistó a Pedro Regueiro, que había sido jefe de la sección de Radio del ministerio de Comunicaciones. Unas interesantes estadísticas, publicadas a la semana siguiente, en la misma sección de ese diario, probaban el retraso del uso de la radio en la sociedad española comparándola con la de otros países europeos.

radio Europa 1932

Dos días después, el viernes 11 de marzo, era el filólogo Américo Castro quien, en el mismo periódico, escribía un artículo titulado «Hacia la mejor España» en el que instaba  a expandir el uso de la radio por su potencial cultural. Más adelante, el miércoles 16 de marzo, sería el pedagogo, y diputado de Acción Republicana, Luis Bello quien, también en el diario Luz, publicaría su artículo «La radio en el pueblo» en el que informaba que Madrid sería sede en septiembre de 1932 del próximo congreso internacional de Radiotelegrafía y Telegrafía que daría lugar a la creación de la Unión Internacional de Telecomunicaciones.

No ha de extrañar entonces que las páginas de las publicaciones ilustradas republicanas reflejasen con humor cómo penetraba progresivamente en los domicilios de sus lectores el uso de la radio, como revela la historieta «Una estación de radio» de un dibujante de Crónica , creador de los personajes infantiles Lolín y Bobito.

Lolin y Bobito Una cronica de radio

O que informasen de los avances de esa tecnología en otras partes del mundo como Estados Unidos. Así el lector de Estampa, al abrir el ejemplar de 12 de marzo de 1932, podía encontrarse con un reportaje sobre el gran proyecto neoyorquino, impulsado por el «rey del petróleo» John D. Rockefeller, para construir una «Radio City».

Nueva York radio city

 

Ese mismo día, en otro medio de comunicación, se avisaba que al miércoles siguiente, el 16 de marzo, Federico García Lorca daría en la sede de la Residencia de Señoritas una conferencia sobre su libro Poeta en Nueva York, en la que Lorca dio a conocer por primera vez al público madrileño algunos de los versos del que ha sido considerado el poemario más importante de la lírica española del siglo XX, publicado en 1940 tras el asesinato de su autor en el trágico verano de 1936.

Ese evento fue organizado por la sección madrileña del Comité de Cooperación Intelectual que había nacido el mes anterior. El diario Luz, en su ejemplar del jueves 17 de marzo de 1932, se hizo eco de la conferencia con un breve suelto:

Lorca Poeta en N York Luz

 

Pero el gran acontecimiento científico internacional que tuvo lugar en Madrid en marzo de 1932 fue la celebración en la sede del Senado, cámara legislativa que había sido disuelta por la República, del IX Congreso internacional de Cirugía.

Su inauguración oficial, a la que asistieron las máximas autoridades republicanas, tuvo lugar el martes 15 de marzo. El siempre mordaz Azaña da cuenta en su diario del acto en los siguientes términos: «El Consejo [de Ministros] de hoy ha empezado tarde, porque he ido al Senado; a la sesión inaugural del Congreso Internacional de Cirugía. El alcalde [Pedro Rico], que había de hablar el primero, ha llegado tarde. Este alcalde es muy castizo, le invitan a un banquete diplomático y no va ni se excusa. Hemos oído los discursos de rúbrica, entre ellos una necrología de los cirujanos muertos desde el último Congreso. El orador no nos ha dicho si han muerto a mano de otros cirujanos. El presidente de la República ha echado un discurso, en que ha hablado de nuestra revolución como de una operación quirúrgica incruenta».

Congreso Cirujia inauguracion Senado

Dos días después -el 17 de marzo- Azaña asistiría a una parte de la función de gala que se ofreció a los congresistas en el teatro Español donde se representó la Serrana de la Vera, protagonizada por Margarita Xirgú. Y al día siguiente, el jueves 18 de marzo,  a la recepción que hubo en el Palacio presidencial en honor de los congresistas que estuvo muy concurrida.

De ese intenso programa social de los congresistas se hizo  eco la prensa como la revista ilustrada Mundo Gráfico en su ejemplar de 23 de marzo de 1932.

Congresistas Cirugia 1932

 

Este congreso fue organizado por la Sociedad Internacional de Cirugía, con sede en Bruselas, que tenía afiliados de 42 naciones.  Una de las claves de su éxito radicó en que, gracias a complejas negociaciones, se asociaron a su desarrollo cirujanos del ámbito cultural germánico, que habían estado excluidos desde el fin de la Primera Guerra Mundial. Y así acudieron a Madrid unos 250 congresistas procedentes de todo el mundo. Los delegados oficiales fueron los siguientes: de Alemania (Sauerbruch), Argentina (Arce), Austria  (Denk), Canadá (Archibald y Saint-Jacques), Dinamarca (Permin y Hannsen), Egipto (Papayoannou), Estados Unidos (Lilienthal), Finlandia (Bardy) , Francia (Proust), Gran Bretaña (Tourner), Grecia (Maccas), Irlanda (Meade), Italia (Alessandri), Japón (Ishikawa), Noruega (Ingebrigsten), Países Bajos (Shoemaker), Polonia (Jurasz), Portugal (Dos Santos), Rumania (Daniel), Suecia (Kaijjser y Hybbinette), Siria (Altounyan y Chevalier), Checoslovaquia (Jirasek), URSS (Plotkin), Venezuela (Conde-Jahn), Yugoeslavia (Kostitch y Budissavloitch), Nueva Zelanda (Mitchell) y Turquía (Burhaneddin).

En sus tareas desempeñaron un papel fundamental los integrantes del comité internacional como su presidente el belga Jean Verhoogen, y el prestigioso cirujano suizo Fritz de Quervain, que ejerció de presidente del congreso de Madrid. Y se implicaron activamente los miembros españoles del comité organizador, entre los que se encontraban el grueso de los integrantes de la Sociedad de Cirugía de Madrid que se había constituido en junio de 1931.

Ese comité organizador estaba presidido por el decano de la Facultad de Medicina de Madrid el catalán Sebastián Recasens y Girol. Sus vocales fueron el catedrático de patología y clínica quirúrgica, vicerrector de la Universidad de Madrid, y futuro rector entre 1934 y 1936, el barcelonés León Cardenal Pujals , el catedrático de Patología Quirúrgica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Madrid el zamorano Laureano Olivares, el catedrático de Urología y de Terapeútica quirúrgica general y especial el manchego Leonardo de la Peña, el prestigioso cirujano de origen gallego, interesado en investigaciones sobre el cáncer, José Goyanes, el presidente de la Asociación española de urología Pedro Cifuentes Díaz, el catedrático de Patología y Clínica quirúrgica de la Facultad de Medicina de la Universidad Central José Blanc Fortacín, el también catedrático de Patología quirúrgica de la misma Facultad el madrileño Enrique Slocker y la Rosa, el aragonés Víctor Manuel Nogueras que además de médico militar había sido el fundador y director entre 1918 y 1931 del madrileño Hospital Central de la Cruz Roja, el prestigioso cirujano militar Mariano Gómez Ulla,  el urólogo Ignacio Sánchez Covisa, el médico y diputado por el partido de Manuel Azaña Acción Republicana Fernando Coca, Enrique Noguera, N. Saldaña y Enrique Ribas y Ribas, catedrático de Cirugía de la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona. Y sus secretarios: Plácido G. Duarte. jefe del servicio de Cirujía general del hospital de la Princesa, y Alberto Catalina Prieto.

Congresistas Cirujia figuras

 

Los congresistas tuvieron un apretado programa de trabajo. Los intervinientes hicieron demostraciones prácticas y usaron en sus explicaciones dibujos, esquemas, láminas y películas sobre los métodos quirúrgicos. La primera sesión científica fue dedicada, por ejemplo, a debatir sobre «el estado actual de la cirugía del esófago» con intervenciones de cirujanos franceses, rumanos, italianos, alemanes, franceses, norteamericanos y argentinos. En otra de las sesiones se presentaron los progresos recientes en la Anestesia Quirúrgica. En ella el italiano Achile Mario Dogliotti Ferrara comunicó algunos casos anestesiados por la inyección raquídea epidural. Esta técnica de la anestesia peridural segmentaria, que daría fama a ese cirujano italiano, ya había sido usada por el cirujano militar español Fidel Pagés Mirevé (1886-1923).

Además de asistir a las comunicaciones presentadas en el Congreso y participar en sus debates sus participantes pudieron visitar la exposición médico-quirúrgica que se exhibió en el pasillo central y en los laterales del Senado. En ella se mostraron productos médicos y aparatos de cirugía españoles y extranjeros, así como se podía consultar prensa técnica profesional, como las principales publicaciones médicas de la época entre las que destacaban El Siglo Médico,  La Gaceta Médica Española, dirigida por el doctor Juan Noguera López La Medicina Ibera, fundada y dirigida por el médico y diputado republicano, ya mencionado, Fernando Coca.

Una de las actividades en las que puso particular empeño el comité organizador fue la organización de una visita guiada para que los congresistas conociesen la que sería futura sede de la Facultad de Medicina de la Universidad de Madrid que por aquel entonces se estaba construyendo en la nueva Ciudad Universitaria.

Congresistas Cirugia en Facultad Medicina

 

También un grupo de congresistas asistió en el anfiteatro grande de la Facultad de Medicina de la calle Atocha a la proyección de la película Al borde de la tumba, de la productora UFA, en la que se mostraba una operación de apendicectomía y varios partos.

Pormenorizada información sobre el desarrollo del Congreso ofrecieron diversos medios de comunicación, pero quizás sobresalió en su cobertura el gran diario republicano El Heraldo de Madrid, quizás por los lazos de paisanaje que unían a su director, el periodista catalán Manuel Fontdevila, con el presidente del comité organizador, el decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Madrid, el barcelonés Sebastian Recasens, que estaba encantado según declarara a ese diario de «la perfectísima organización que estamos viendo» tras haber asistido «a veinticinco o treinta Congresos internacionales de Medicina general, de Cirugía, de Ginecología y de Radiología».

Heraldo de Madrid 15 marzo 1932

 

Meses después de la celebración de ese congreso, en el mismo año de 1932, la gran editorial Labor publicó el Tratado de Patología Quirúrgica General del cirujano y médico militar aragonés Manuel Bastos Ansart, quien luego sería represaliado por el régimen franquista.  Este Tratado de más de ochocientas páginas, posiblemente, ha de ser considerado como uno de los frutos científicos de ese congreso. Fue considerado en su momento «la mejor obra española compuesta sobre esta materia» por el crítico del diario Luz el médico y periodista Félix Herce Ruiz, militante del PSOE, exiliado posteriormente a México.

Tratado de cirugia Bastos 1

Tratado de cirugia Bastos 2