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Cuaderno de investigación de Leoncio López-Ocón sobre las reformas educativas y científicas de la era de Cajal. ISSN: 2531-1263


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La publicación de «La Universidad española» de Francisco Giner de los Ríos hace cien años

El sábado 18 de febrero de 2017 en el 102 aniversario del fallecimiento de Francisco Giner de los Ríos se presentó en la librería Marcial Pons de Madrid el nº 90 de la revista asturiana Abaco que contiene un amplio dossier, coordinado por Daniel Marías y Alvaro Ribagorda, sobre el legado de Giner de los Ríos y la Institución Libre de Enseñanza en la educación, la cultura y la ciencia española contemporánea. Tuve la fortuna de colaborar en él con el artículo «Las influencias institucionistas en el sistema científico español: entre el pasado y el futuro» y con una reseña de la exposición La ciencia de la palabra. Cien años de la Revista de Filología Española», que apareció originalmente en mi otra bitácora (ver aquí).

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Ahora ojeando las páginas del número de la revista España de 15 de febrero de 1917, es decir de hace un siglo, me he encontrado con un texto del filósofo Manuel García Morente, discípulo de Giner tras haberse obtenido su licenciatura de Filosofía en la Universidad de París en 1906, y al que hemos dedicado una entrada en el diccionario online JAEeduca que un equipo de investigadores está elaborando, bajo mi coordinación. (ver aquí)

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En él el catedrático de Etica de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Madrid además de rendir culto a la personalidad de su maestro exponía, al cumplirse el segundo aniversario del fallecimiento de Giner, cómo se había constituido en Madrid la Fundación Francisco Giner de los Ríos “por antiguos colaboradores, discípulos, amigos y devotos del maestro” para publicar sus obras, clasificadas en cuatro secciones: Filosofía, Educación, Literatura y Arte y Epistolario.

Y anunciaba que en el marco de la primera sección ya se había publicado “el precioso libro Principios de Derecho Natural, sin duda el más característico de su producción jurídica, traducido hace pocos años en Alemania, libro guía de varias generaciones en nuestro país”.

Y dentro de la segunda sección acababa de aparecer el único trabajo completo inédito que había dejado D. Francisco Giner, La Universidad Española, “estudio que habrá de hacer una huella honda en nuestra vida pedagógica”, en palabras de Manuel García Morente que por aquel entonces tenía 31 años. Y añadía este filósofo: “En estos días de bruma, de negrura espiritual, viene el libro de D. Francisco como un rayo de sol a animarnos, a reconfortarnos, a afirmar nuestra confianza en tiempos mejores. Quien, con alguna intensidad sienta el dolor y el amor de nuestro patrimonio intelectual, léalo con el corazón más que con la mente. Está escrito con el corazón, a cuyo servicio fue puesta una mente esclarecida. Quien lo lea, léalo con la sinceridad secreta de un examen de conciencia. Y si en el fondo de su alma asiente siquiera al noble ideal que palpita en sus páginas, ese asentimiento será la mejor prueba del optimismo y de la fe en el espíritu patrio que abrasó siempre a D. Francisco”.

En La Universidad Española sus editores recogieron textos de  Giner en los que analizaba  «su estado actual,  las orientaciones que podían dársele y las reformas que deberían introducirse en ella”, dividiendo sus contenidos en cinco partes: 1ª) sobre reformas en nuestras universidades; 2ª) los estudios de Facultad; 3ª) inconvenientes de la aglomeración de alumnos; 4ª) en nuestras clases y 5ª la Universidad de Oviedo.

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Los editores de la revista España, tras la evocación que hiciera García Morente de la figura y de la obra de su maestro, escogieron al azar una serie de fragmentos de esa obra inédita de Giner, publicada por primera vez hace un siglo, que transcribimos ahora nuevamente, reveladores de una autoimagen de cuáles eran los problemas universitarios  hace más de cien años, que hoy en día, aunque tengan otro cariz, siguen asolando a esa institución.

La mayoría de nuestros estudiantes pertenecen a las clases medias; hace mucha vida de teatro, de café, de casino; de Ateneo, a veces; casi ninguna de campo; va a los toros; nada de juegos ni ejercicios corporales; otro tanto de viajes y excursiones; aparte los periódicos, lee poco, y esto principalmente novelas, y suele tener una proporción media de los vicios y virtudes propios de la masa masculina de nuestro pueblo. Sufre alegre, casi sin enterarse, parte por la austera sobriedad de la raza, parte por su atraso, el sucio hospedaje y mala bazofia a que los más tienen que atenerse; es político y patriota en todos los sentidos, desde el más puro y noble al pésimo

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Los exámenes (que hace poco e indirectamente han dejado, por fortuna, de ser obligatorios para los alumnos oficiales, pero que aun tardarán quizá en desaparecer por completo, sobre todo en las clases más numerosas) son anuales y por asignaturas; blandos en promedio, en unas Facultades y localidades más que en otras, y cuando son severos, no siempre por esto razonables, sino en ocasiones hasta peores, por estar muchas veces la severidad en extremar la pedantería y el carácter memorista, por un lado o la exigencia, por otro, de servil docilidad a las opiniones y creencias de los jueces.

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El libro de texto suele tener una función preponderante; tal, a veces, que excusa al alumno de asistir a la cátedra. Cuando le sustituyen los apuntes autografiados, que en estos últimos tiempos han venido a ser tan frecuentes, no suelen tener sobre aquél más ventaja que ser más caros y estar llenos de los más graciosos y estupendos disparates-si bien éstos no faltan tampoco en muchos textos impresos.

No desesperemos. Todavía media harto de nuestras pobres Universidades de hoy día a lo que eran Alcalá y Salamanca en el siglo XVIII y a principios del siglo XIX. Nuestro apartamiento de Europa y de su cultura nos hizo estancarnos, y, por estancados, decaer, viniendo a una situación a la cual era imposible pedir hombres de aquellos horizontes y aquellas energías intelectuales y morales que, en medio del desastre, fundaron la Universidad de Berlín, símbolo prefigurado de la unidad espiritual de la patria alemana y aun del Imperio. El interés público crece ya entre nosotros cada día con relación a la escuela primaria aunque ¡tan despacio!…Esperemos que, intensificándose, llegará a su vez a la Universidad. Los gobiernos, cuya acción es en esto aquí indispensable, pero tan limitada, acabarán también por participar de ese interés, con otra formalidad y otra consistencia que la descosida atención intermitente que hoy a estos asuntos –a tontas y a locas, por lo común- consagran.

El mal más grave que padece nuestra Universidad es la atonía, a la que tan grandemente contribuye –aun sin llevarse con el rigor que pretende, a veces, la inocencia de la Administración- la comprensión reglamentaria, cuyo casuismo tiende a hacer de la Universidad una oficina atomísticamente desparramada en negociados, mecánica, desespiritualizada, sin alma. A Dios gracia se pueden infringir los reglamentos ¡dónde estaríamos si se hubiesen cumplido! Asusta pensarlo. Pero esa derogación consuetudinaria, hija de la fuerza de la realidad, que va lentamente poniendo las recetas abstractas y muertas a un lado, e introduciendo por la práctica otros principios vivos, jamás alcanza a cortar todas las ramas secas y que estorban. Y, en ocasiones, no basta el manso desuso y requiere agria lucha, que gasta en rozamientos parte considerable de la energía que necesita para su obra.

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Los notables de nuestra política no son hombres de Estado, sino de Parlamento; no son gobernantes y estadistas, sino oradores; no obtienen su renombre y sus puestos por lo que hacen, sino por lo que dicen. Considérese ahora cuánto ha debido servir para alimentar este prurito de elocuencia una enseñanza vaciada en el mismo molde. De las aulas de Derecho, a las “sociedades de hablar”; de éstas, a las Cámaras, y de aquí, al Gobierno: tales son las etapas graduales que recorre en su vida el joven corto de escrúpulos, dispuesto a jugar al pro y al contra con todos los problemas.

Actualmente la Fundación Giner de los Ríos aspira a hacer una edición digital de los 21 tomos de las obras completas del principal educador habido en la España contemporánea, veinte de los cuales se editaron entre 1916 y 1936, y el último en 1965. (ver aquí) Ojalá tan loable empeño se culmine. Entretanto, gracias a la biblioteca virtual Cervantes, disponemos de una versión digital de parte de la edición que hizo en 1990 Teresa Rodríguez de Lecea para Espasa-Calpe de los Escritos sobre la universidad española de Francisco Giner de los Ríos, una antología de artículos publicados entre 1893 y 1904. (ver aquí).


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Culturas nativas del Chaco paraguayo en un diario madrileño de 1932

En junio de 1932 avanzaban los preparativos de la expedición al alto Amazonas que proyectó el aviador capitán Francisco Iglesias, con apoyo del ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, el destacado dirigente del PSOE Fernando de los Ríos. El capitán Iglesias, un especialista en marketing diríamos hoy, hacía lo indecible para convencer a actores diversos del interés de su proyecto político-científico. Y logró, por ejemplo, que el 8 de junio de ese año de 1932  la revista ilustrada Mundo Gráfico insertase el siguiente suelto sobre el libro que acababa de editar donde explicaba los objetivos de su expedición científica.

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Simultáneamente, el colaborador del diario Luz el escritor alemán, de origen judío-askenazí y nacionalizado español en 1934, Máximo José Kahn (Frankfurt 1897- Buenos Aires 1953), -al que ya hemos mencionado en otra entrada de esta bitácora (ver aquí)-  decidió el viernes 3 de junio de 1932 dedicar una de sus colaboraciones habituales en ese diario a hacer una breve crítica de otra publicación de tema americanista. Como es sabido Luz estaba financiado por Nicolás María de Urgoiti, y era usado por José Ortega y Gasset como plataforma política.

En efecto ese 3 de junio de 1932 ese inquieto periodista ofreció a sus lectores con el titulo «El mundo exótico» la reseña de un libro publicado por el antropólogo alemán Herbert Baldus, (1899-1970), quien había vivido en Sudamérica entre 1920 y 1928, y convivido con poblaciones nativas del Chaco, adonde se había dirigido en 1923 para hacer filmaciones cinematográficas.

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El antropólogo alemán Herbert Baldus, nacionalizado brasileño en 1941

Retornado a Alemania Herbert Baldus se doctoró en 1932 como antropólogo americanista en la Universidad de Berlín con una tesis sobre las lenguas zamucanas, habladas en el Chaco boliviano-paraguayo, las cuales se encuentran actualmente en peligro de extinción. En sus estudios de doctorado se formó como investigador al lado del etnólogo y sociólogo Richard Thurnwald (1869-1954), el antropólogo e historiador de las religiones de poblaciones amerindias de México  y Colombia Konrad Theodor Preuss (1869-1938), quien formó un importante archivo fotográfico sobre los indígenas de la sierra colombiana de Santa Marta, y el etnólogo, lingüista y arqueólogo Walter Lehmann (1878-1939).

El año anterior a la defensa de su tesis doctoral, es decir en 1931, Baldus logró publicar en Leipzig el libro Indianerstudien im nordöstlichen Chaco. Sus más de doscientas páginas estaban acompañadas de dibujos sobre los indígenas chaqueños. Se considera a ese libro como su primera obra científica destacada, en la que hizo estudios comparativos sincrónicos entre los grupos indígenas Chamacoco y Kaskihá o guanás, del Chaco boreal de Paraguay, y los Mbiá-Guarani del Mato Grosso brasileño.

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La obra mostraba el conocimiento de su autor sobre unas etnias paraguayas que poco después sufrirían la hecatombe de la «mala guerra»del Chaco entre Bolivia y Paraguay, iniciada el 9 de septiembre de 1932 y finalizada el 12 de junio de 1935, precedida de una serie de incidentes militares en la frontera entre los dos países desde 1928.

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Dado el interés de la breve reseña de este libro por Máximo José Kahn la reproduzco íntegra a continuación, actualizando entre corchetes la grafía de las etnias mencionadas.

La cultura nativa del Chaco pertenece a los problemas más sugestivos del mundo de los indios. Baldus vivía entre chamacocos, que se componen de esas tres tribus: horios [ório], ebidosos [ybitosos o ebitosos][ y tumerehas [tomárahos]. Explora y describe sus usanzas, su vida sexual, su idioma, su mentalidad. Descontentos de nuestra cultura europea contemporánea escuchamos con ansiedad la narración exótica. Aunque las investigaciones de Baldus son acentuadamente científicas dan la impresión de fábula: nuestra ciencia es occidental -la vitalidad de esos indios excede de la comprensión del Occidente.

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En color naranja el área ocupada por los chamacocos, entre los que convivió Herbert Baldus

El indio de Baldus llama «detrás» el frente del objeto que mira, pues este lado corresponde a la espalda del espectador. Las muchachas chamacocos, antes de unirse a su futuro esposo, se casan con algún anciano para prepararse al matrimonio auténtico. Esos indios representan en un mismo dibujo frente y perfil de las personas. Para poder correr bien comen carne de ciervo; para ser nadadores ligeros se alimentan con pescado; para llegar a ser listos devoran carne de zorro. Propiedad es lo que uno hizo para sí. Los juegos de los niños consisten en imitar los trabajos de sus padres.

Estos ejemplos, cuyo número se podría aumentar excesivamente, sirven de prueba de que el libro de Baldus transparenta una cultura refinada. Si se quiere comprimir ese refinamiento en un concepto de la civilización se diría que los chamacocos son materialistas hipersensibles. Ciertos rasgos (por ejemplo, el del hombre que se acusa de impotencia por no tener que declarar la esterilidad de su mujer) que parecen indicar idealismo en efecto son una vehemente afirmación de la convicción materialista desfigurada por el temor de ser tomado por pobre. El trabajo de Baldus permite una penetración singular del alma india y del encanto paisajista del Chaco.

Dos años después de la publicación de ese libro sobre los chamacocos, habitantes del Chaco boreal paraguayo, y al año de haber obtenido su título de doctor Herbert Baldus, en 1933, tras la llegada al poder de Hitler, retornó a tierras sudamericanas, exiliándose por sus convicciones antifascistas y liberales democráticas. Se instaló entonces definitivamente en Brasil, país en el que desarrolló una importante labor académica e investigadora como antropólogo y sociólogo. También se exiliaría en tierras americanas su reseñista en las páginas de Luz Máximo José Khan, quien se instaló en Buenos Aires en 1944, falleciendo en la capital argentina en 1953.


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Las publicaciones de la JAE hasta 1915 según un anuncio de la revista España

A finales de 1915 el semanario España, considerado el principal portavoz político de la generación de 1914 como ya se ha señalado en varias entradas de este blog, (ver por ejemplo aquí),  insertaba en sus páginas publicitarias este anuncio.

Libros JAE anuncio España

Se trataba de información publicitaria de la poderosa Sociedad General Española de Librería, Diarios, Revistas y Publicaciones, S.A,, con sedes en Madrid (Ferraz 25), Barcelona (Rambla del Centro 8,10 y 25), Irún (calle del Ferrocarril) y Buenos Aires (Esmeralda 378-384, 574 y 576) . En ella se daba cuenta de las publicaciones efectuadas por la Junta para Ampliación de Estudios, el organismo creado por el Estado español para dinamizar el sistema científico-educativo español y que presidía desde su fundación en 1907 Santiago Ramón y Cajal.

Como se aprecia a continuación se ofrecía un listado detallado, ordenado por secciones, de todas las publicaciones que ese organismo había editado desde su constitución hasta 1915.

Libros JAE anuncio España detalle

En la sección primeraMemorias de pensionados y trabajos varios – se informaba que la JAE ya había publicado 8 tomos de sus Anales. Esta publicación contenía mayoritariamente memorias de los pensionados cuyos estudios en el extranjero había costeado la JAE. Cada tomo costaba 8 pesetas. Indices de esos tomos se pueden consultar aquí.

Indice Anales

La sección segunda estaba destinada a dar cuenta de las publicaciones del Instituto Nacional de Ciencias Físico-Naturales. Eran 26 trabajos generados fundamentalmente en el Museo Nacional de Ciencias Naturales que vivía un momento de gran actividad gracias a la gestión de su director el entomólogo Ignacio Bolívar. Muchos de ellos están accesibles on line hoy en día en el magnífico portal de fondos digitalizados del CSIC Simurg.

El Museo, en efecto, editaba monografías, agrupándolas en tres colecciones: una geológica, una botánica y otra zoológica, la más numerosa. Su precio oscilaba entre las 0,50 ptas y las 15 ptas.

Entre las primeras se encuentran los siguientes trabajos

dos monografías de 1912 de Eduardo Hernández-Pacheco (1872-1965) geólogo, paleontólogo y arqueólogo, y en aquel entonces catedrático de geología en la Universidad de Madrid y jefe de la sección de Mineralogía y Geología en el Museo de Ciencias Naturales:  Ensayo de síntesis geológica del Norte de la Península Ibérica  Itinerario geológico de Toledo a Urda

Resumen fisiográfico de la Península Ibérica del catedrático del Instituto de Guadalajara Juan Dantín Cereceda, publicado en 1912.

Geología y Prehistoria de los alrededores de Fuente-Alamo (Albacete), de 1912, del catedrático del instituto de Alicante Daniel Jiménez de Cisneros (1863-1941)

Fuente Alamo en la provincia de Albacete

Fuente Alamo en la provincia de Albacete

Lagos de la región leonesa de Federico Aragón (1873-1928), catedrático de Historia natural del instituto de León, provincia que conocía bien, publicado en 1913.

Los fenómenos de corrimiento en Felanitx (Mallorca) de 1913 y El Triásico de Mallorca de 1914 del geólogo y agrónomo mallorquín Bartolomé Darder Pericás (1894-1944)

Entre las segundas:

la Flora briológica de la Sierra de Guadarrama de 1912, cuyos autores eran Antonio Casares-Gil (1871-1929) – considerado el botánico gallego más relevante (ver aquí) y el valenciano Francisco Beltrán Bigorra (1886-1962) . Los contenidos de esta monografía, digitalizada por el Real Jardín Botánico de Madrid están accesibles aquí.

Noticia de algunos Ustilagináceos y Uredináceos de España de 1913 de Blas Lázaro e Ibiza, catedrático de Botánica descriptiva de la Facultad de Farmacia de la Universidad Central desde 1892, profesor numerario de la Escuela Superior de Magisterio desde 1909 y jefe de sección del Jardín Botánico de Madrid desde 1910 (1858-1921)

las Excursiones Briológicas de la provincia de Badajoz,  de 1914, de Gonzalo Fructuoso y Tristancho.

tres trabajos de 1914 del médico y micólogo sevillano Romualdo González Fragoso (1862-1928) Contribución a la Flora micológica del Guadarrama. Pireinales, Histeriales,Discales ; Contribución a la Flora micológica del Guadarrama. Deuteromicetos; Contribución a la Flora micológica del Guadarrama. Uredales

Entre las terceras:

– Briozoos de la Estación Biológica Marítima de Santanderpublicación de 1912, de Manuel Jerónimo Barroso

Ernst Haeckel - Kunstformen der Natur (1904), plate 23: Bryozoa

Ernst Haeckel – Kunstformen der Natur (1904), plate 23: Bryozoa

– Los enemigos de los parásitos de las plantas. Los afelininos, de 1912, del entomólogo y militar Ricardo García Mercet (1860-1933)

Anatomía e histología del Ocnerodes Brunnerii Bol. de 1912 de Antonio Martínez y Fernández-Castillo (1870-), catedrático de instituto.

– Contribución al estudio de los hemípteros de Africa. Notas sobre coreidos del Museo de Madrid de Antonio García Varela, profesor de la Universidad de Santiago de Galicia (1875-1942), publicado en 1913.

– Una campaña entomológica en el Sus y Descripción de los coleópteros recogidos en ella por el notable entomólogo donostiarra Manuel Martínez de la Escalera y Pérez de Rozas (1867-1949)  y su hijo Fernando Martínez de la Escalera y Goróstegui (1895-1988)

– dos trabajos del notable dipterólogo, colector y conservador del Museo José Arias Encobet (1885-1921) que luego sería catedrático de Entomología de la Universidad de Barcelona: Dípteros de España. Fam. Nemestrinidae de 1913 (33 págs.) y Dípteros de España. Fam. Mydaidae  , de 1914(173 p.).

– Contribución al estudio de los hemípteros de Africa. Notas sobre coreidos del Museo de Madrid de Antonio García Varela, profesor de la Universidad de Santiago de Galicia (1875-1942), publicado en 1913.

– los Estudios entomológicos de 1914 (del director del Museo Nacional de Ciencias Naturales, el ya mencionado Ignacio Bolívar (1850-1944).

– la monografía Eumastacinos nuevos o poco conocidos. Saltamontes, Ort. Locustidae de  1914 de un jovencísimo Cándido Bolívar y Pieltain (1897-1976), hijo del anterior.

– cuatro contribuciones del relevante zoólogo, el más importante mastozoólogo o especialista en mamíferos de la Península Ibérica de aquella época Angel Cabrera (1879-1960). Se trataba de dos breves monografías que se vendían a 0,50 ptas: El concepto de tipo en Zoología y los tipos de mamíferos del Museo de Ciencias Naturales de 1912 y Dos mamíferos nuevos de la Fauna Neotropical, de 1913, en la que estudiaba ejemplares recolectados por su maestro Marcos Jiménez de la Espada, el más destacado naturalista de la Comisión Científica del Pacífico ; y también su Catálogo metódico de las colecciones de mamíferos del Museo de Ciencias Naturales de Madrid de 1912 que costaba dos pesetas, y su importante libro Fauna ibérica. Mamíferos de 1914 que se vendía a 15 ptas. Este libro le proporcionaría un gran reconocimiento internacional como acaba de destacar en su blog Javier Yanes (ver aquí)

Esponjas del Cantábrico. Parte primera: I. Calcárea. II. Euceratosa, de 1914, de Francisco Ferrer Hernández.

La sección tercera correspondía a la Comisión de Investigaciones Paleontológicas y Prehistóricas y comprendía solo tres publicaciones:

– Las pinturas prehistóricas de Peña Túpor Eduardo Hernández-Pacheco (1872-1965) [Catedrático de Geología en la Universidad de Madrid y Jefe de trabajos de la Comisión] y Juan Cabré (1882-1947) [Comisario de Exposiciones, correspondiente de la Real Academia de la Historia], con la colaboración del conde de la Vega del Sella (Ricardo Duque de Estrada y Martínez de Morentín) , publicada el 15 de enero de 1914, a un precio de 1,50 ptas.

Idolo de Peña Tu en Puertas de Vidiago en el concejo asturiano de Llanes

Avance al estudio de pinturas prehistóricas del extremo Sur de España (Laguna de la Janda) de Juan Cabré y Eduardo Hernández-Pacheco, publicada en abril de 1914 y cuyo coste era de dos pesetas.

Vista actual de la laguna de La Janda al sur de la provincia de Cádiz, entre Vejer y Benalup-Casas Viejas

Vista actual de la laguna de La Janda al sur de la provincia de Cádiz, entre Vejer y Benalup-Casas Viejas

– La cueva del Penicial (Asturias) del conde de la Vega del Sella, publicada el 1º de julio de 1914. Su coste era de 0,50 ptas.

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interior de la cueva del Penicial en Nueva, parroquia del concejo asturiano de Llanes.

 

La sección cuarta -aunque no tenía epígrafe- abarcaba las publicaciones relacionadas en gran medida con el Centro de Estudios Históricos que dirigía Ramón Menéndez Pidal. El anuncio publicitario que estamos comentando daba cuenta de los siguientes trabajos, ordenando a sus autores por orden alfabético de la siguiente manera:

Textos árabes en dialecto vulgar de Larache, (a los que se puede acceder aquí). Publicados con transcripción, traducción y glosario por el arabista y hebraísta Maximiliano Alarcón y Santón (1880-1933), en aquel momento catedrático de árabe de la Escuela de Comercio de Barcelona, y más tarde catedrático de árabe y hebreo de la Universidad de esa ciudad. Se editó en  1913. Costaba 4 ptas.

– Cartulario de Don Felipe III, Rey de Francia, del sacerdote navarro Mariano Arigita y Lasa  (1865-1916), editado en 1913. Se vendía a 8 ptas.

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El original árabe de la “La disputa del asno contra Fr. Anselmo Turmeda»  del sacerdote y catedrático de Lengua Arabe de la Universidad Central Miguel Asín Palacios (1871-1944), publicado en 1914, originariamente en la Revista de Filología Española. Se vendía a 2 ptas.

Cancionero de Romances de Amberes con una introducción de Ramón Menéndez Pidal, publicado en 1914. Se vendía a 40 ptas. .

Los monumentos megalíticos de la provincia de Gerona por el catedrático de Historia natural del Instituto de Gerona Manuel Cazurro (1865-1935) Esta monografía fue editada por el Centro de Estudios Históricos en 1912. Se vendía a 3 ptas.

Materiales de Arqueología Española.  Cuaderno primero: Escultura greco-romana.- Representaciones Religiosas clásicas y orientales.- Iconografia.- por los arqueólogos e historiadores del arte Manuel Gómez-Moreno (1870-1970) y Josep Pijoan (1881-1963), editados en 1912 por el Centro de Estudios Históricos. Se vendía a  8 ptas.

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Materiales de arqueología española editados por Manuel Gómez-Moreno y Josep Pijoan

Zamora en tiempo de la guerra de la Independencia (1808-1814) [a cuyos contenidos se pueden acceder aquí] del catedrático de Geografía e Historia del Instituto de Zamora  Rafael Gras y de Esteva (1870-1920), discípulo de Rafael Altamira.  La monografía editada en 1913 por el Centro de Estudios Históricos se vendía a 3 pesetas.

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Cartulario de la Abadía de Santillana del Mar por Eduardo Insué. Editado en 1912 se vendía a 6 ptas.

Manuscritos árabes y aljamiados de la Biblioteca de la Junta, por los alumnos de la Sección de Árabe del Centro de Estudios Históricosbajo la dirección de Julián Ribera (1858-1934)y Miguel Asín (1871-1944). Editados en 1912 se vendía la publicación a 10 ptas. En esta publicación se encuentra el origen del importante proyecto de historia digital impulsado recientemente por el CSIC Manuscrpit@

Introducción al Estudio de la Lingüistica Romance del lingüista suizo-alemán Wilhelm Meyer-Lübke (1861-1936), traducido por Américo Castro (1885-1972), que por aquel entonces era profesor auxiliar de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central de Madrid. Editado en 1914 se vendía a 7 pesetas.

La vida y la obra de Pedro de Mena del historiador del arte Ricardo de Orueta  (1868-1939) Publicado en 1914 se vendía a 15 pesetas.

Archivo general de Simancas. Catálogo IV. Secretaría de Estado. (Capitulación con Francia y negociaciones diplomáticas de los Embajadores de España en aquella Corte, seguido de una serie cronológica de éstos). I. (1265-1714) por el director de ese archivo Julián Paz.  Editado en 1914 se vendía a 16 pesetas.

Guerras civiles de Granada por Ginés Pérez de HitaPublicadas por Paula Blanchard-Demouge.  Publicada la obra en 1913 se vendía a 15 ptas.

Notas inéditas del Archivo de la Catedral de Toledo, redactadas sistemáticamente en el siglo XVIII por el canónigo-obrero Francisco Pérez Sedano. Se trataba del volumen primero de Datos documentales inéditos para la historia del arte español. Editado el libro en 1914 se vendía a 2 ptas.

Revista de Filología española. Cuadernos I, II y III. La suscripción anual costaba 15 pesetas. La publicación fue fundada en 1914 por Ramón Menéndez Pidal (1869-1968).

Partición de herencias entre los musulmanes del rito Malequí. Con transcripción anotada de dos manuscritos aljamiados por el catedrático de Matemáticas del Instituto de Jaén José Augusto Sánchez Pérez (1882-1958). Editado este libro en 1914 se vendía a 8 ptas.

Noticias y documentos históricos del condado de Ribagorza hasta la muerte de Sancho Garcés III (año 1035) por el catedrático de Historia universal Antigua y Media de la Universidad de Zaragoza Manuel Serrano y Sanz (1866-1932). Publicado en 1912 se vendía a 8 ptas.

 Jacomart y el arte hispano-flamenco cuatrocentista por el profesor del Centro de Estudios Históricos y catedrático de Historia del Arte de la Universidad Central de Madrid Elías Tormo y Monzó (1869-1954). Publicado en 1913 se vendía a 5 ptas.

San Jaime y San Gil. Tabla hacia 1450 de Jaume Baço Jacomart

San Jaime y San Gil. Tabla hacia 1450 de Jaume Baço Jacomart.Museo de Bellas Artes de Valencia

Juan de Vallejo. Memorial de la vida de Fray Francisco Jiménez de Cisneros. Publicado con prólogo y notas por el archivero Antonio de la Torre y del Cerro (1878-1966).

La sección quinta estaba dedicada a informar de las publicaciones de la Escuela Española de Arqueología e Historia en Roma, institución fundada por real decreto de 3 de junio de 1910, estrechamente vinculada al Centro de Estudios Históricos, pues compartían el mismo director Ramón Menéndez Pidal, y que se vería afectada severamente por el estallido de la Gran Guerra.

En el mencionado anuncio publicitario de la revista España se informaba de los siguientes trabajos generados en ese centro de estudios hispano-italiano, en cuyo sostenimiento también se implicaron instituciones catalanas gracias a la mediación de ese gran historiador del arte y promotor cultural que fue Josep Pijoan. Así lo expliqué ya en mi texto «La Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas y su proyección europeísta», publicado en la obra colectiva Repensar la Escuela del CSIC en Roma. Cien años de memoria, que en gran medida se puede consultar aquí 

CUADERNOS DE TRABAJOS, I, editados en 1912 (se pueden ver sus contenidos aquí). Su precio era de 5 pesetas.

– Miniaturas españolas en manuscritos de la Biblioteca Vaticana, J. Pijoan

– Frescos descubiertos en la sacristía de la iglesia nacional de España en Roma, Juan M. Perea

– El Cardenal de Aragón Fr, Nicolás Bosell, Ramón de Alós

– Del epistolario de Molinos (para la historia del misticismo español), P.A. Martín Robles.

– Fragmentos inéditos de la «Ordinatio Ecclesiae Valentinae», F. Martorell.

CUADERNOS DE TRABAJOS, II (se pueden ver sus contenidos aquí), editado en 1914. Su precio era de 5 pesetas.

– Miniaturas españolas en manuscritos de la Biblioteca Vaticana, J. Pijoan

– Primeras negociaciones de Carlos V, Rey de España, con la Santa Sede (1516-1518), L. Serrano

– El manuscrito ottoboniano, Lat. 405. Contribución a la bibliografía Juliana, Ramón de Alós.

Y el siguiente estudio del benedictino Luciano Serrano, futuro abad del monasterio de Silos: Correspondencia diplomática entre España y la Santa Sede durante el pontificado de San Pío V. Tomos I y II. A 12 pesetas cada tomo.

La sección sexta, y última, estaba dedicada a publicitar las ediciones impulsadas en la Residencia de Estudiantes por su director Alberto Jiménez Fraud, quien contaría para esa tarea a partir de 1914 con la colaboración de Juan Ramón Jiménez. Se presentaron esas publicaciones en tres series distintas de la siguiente manera:

SERIE I. CUADERNOS DE TRABAJOS.

– Berceo, Gonzalo: El sacrificio de la Misa. Edición de Antonio G. Solalinde, editado en 1913. Su precio era de 1,50 ptas.

SERIE II. ENSAYOS

– Ortega y Gasset, José: Meditaciones del Quijote. Editado en 1914 se vendía a 3 pesetas.

1914 Ortega Meditaciones II

José Ortega y Gasset, Meditaciones del Quijote, Publicaciones de la Residencia de Estudiantes, Madrid, 1914

SERIE IV. VARIOS.

– Eugenio d’Ors: De la amistad y del diálogo. Lectura dada en la Residencia de Estudiantes la noche del 16 de febrero de 1914. Esta publicación no estaba en venta.

– del musicólogo francés André PirroJean Sébastien Bach, auteur comique. Conférence faite à la Residencia de Estudiantes de Madrid, le 26 avril 1914. Su precio de venta al público era de 1,50 ptas.

– del premio Nobel de Literatura en 1915 Romain RollandVida de Beethoven. Se vendía a 3 ptas.

1915 Romain Rolland

Romain Rolland, Vida de Beethoven, traducción de Juan Ramón Jiménez, con unas palabras de Romain Rolland a la Residencia de Estudiantes, Madrid, Publicaciones de la Residencia de Estudiantes, 1915

– Federico de Onís, Disciplina y Rebeldía. Lectura dada en la Residencia de Estudiantes la tarde del 5 de noviembre de 1915 (folleto). Su precio era de 1 peseta. (Se puede acceder a sus contenidos aquí)

– Fiesta de Aranjuez en honor de «Azorín». Se vendía a 1,50 ptas, considerado por la crítica como un documento imprescindible para entender la génesis de la generación de 1914.


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Una antología de ochenta textos sobre la Institución Libre de Enseñanza y Francisco Giner de los Ríos

ILE Giner 3

Completo mi acercamiento a la trilogía La Institución Libre de Enseñanza y Francisco Giner de los Ríos: nuevas perspectivas, coeditada en 2013 por la Fundación Francisco Giner de los Ríos y Acción Cultural Española, dando cuenta de su tercer y último volumen, tras haber informado de sus dos primeros volúmenes, y de su presentación en la Residencia de Estudiantes de Madrid el 18 de septiembre de 2013.

En este volumen se ofrecen ochenta textos y documentos escritos por las figuras más representativas del krausoinstitucionismo entre 1861 y 1947. Recorriendóndolos desfilan ante nuestros ojos las ideas y realizaciones de esta corriente cultural definidora del liberalismo social y del socialismo liberal en la España contemporánea.

La antología está precedida por una reflexión autobiográfica «Mi recuerdo de la Institución» del actual presidente de la Institución Libre de Enseñanza,  Julián de Zulueta, «el señor de los mosquitos», en la que evoca su trato directo cuando era joven con Julián Besteiro o en su etapa de exiliado con José Castillejo en Londres y con Fernando de los Ríos en Bogotá. Y por dos contribuciones de los responsables del tercer volumen. Gonzalo Capellán en su texto «Los forjadores de almas: el sueño institucionista de regeneración y educación nacional» explica el sentido de la antología fijándose, entre otros aspectos, en la crucial aportación institucionista al desarrollo de las ciencias sociales, el humanismo y la teoría de las artes. Por su parte Eugenio Otero Urtaza elabora un ensayo bibliográfico sobre el krausismo y la Institución Libre de Enseñanza.

Ambos editores, junto a José García-Velasco y Salvador Guerrero, realizan breves introducciones a cada uno de los textos de la antología.

Dado que la lectura de estos materiales es jugosa y atractiva para conocernos mejor me permito reproducir a continuación el índice de los textos que se presentan en la antología de este volumen que culmina una importante obra colectiva.

Estos son pues los textos presentados y comentados en esta antología:

Segismundo Moret «El capital y el trabajo ¿son armónicos o antagonistas? (1861), pág. 73

Gabriel Rodríguez «Examen del sistema llamado protector» (1863) p. 76

Fernando de Castro «La libertad de ciencia y la independencia de su magisterio» (1868) p. 87

Francisco Giner de los Ríos «El viejo liberalismo» (1868) p. 95

José Luis Giner de los Ríos «Discurso pronunciado en el meeting abolicionista celebrado en el Teatro de la Alhambra» (1870) p. 98

Alejandro de Humboldt/Bernardo Giner de los Ríos (trad.) «Prefacio a Cosmos. Ensayo de una descripción física del mundo (1874) p. 102

The Times «La cuestión universitaria» (1875) p. 106

Nicolás Salmerón y Alonso «Bosquejo de las leyes de la historia y del progreso humano» (1875) p. 112

Gumersindo de Azcárate «Origen y carácter del problema social» (1876) p. 123

Karl David August Röder/Francisco Giner de los Ríos (trad.) «Reforma del sistema penal español mediante el régimen celular»  (1876) p. 131

Manuel Ruiz de Quevedo «Cuestión universitaria» (1876) p. 137

Manuel Bartolomé Cossío «Consolar al triste» (1878) p. 144

Manuel Bartolomé Cossío «Carácter de la pedagogía contemporánea. El arte de saber ver» (1879) p. 149

Hermenegildo Giner de los Ríos «Memoria leída en la Junta General de Accionistas el 30 de mayo de 1879» (1879) p. 157

Augusto González de Linares «La geometría y la morfología de la naturaleza» (1879) p. 163

Rafael Torres Campos «Conferencia sobre viajes escolares» (1882) p. 176

Karl Christian Friedrich Krause/Francisco Giner de los Ríos (trad.) «Teoría de la música» (1883) p. 180

Francisco Giner de los Ríos «A propósito de Aristóteles y los ejercicios corporales» (1884) p. 185

Francisco Giner de los Ríos «Grupos escolares: la escuela mixta» (1884) p. 189

Francisco Giner de los Ríos «Maestros y catedráticos» (1884) p. 191

The Times «La Institución Libre de Enseñanza» (1884) p. 197

Gabriel Compayré «El movimiento pedagógico en España. La Institución Libre de Enseñanza» (1886) p. 204

Francisco Giner de los Ríos «Paisaje» (1886) p. 211

Institución Libre de Enseñanza «Programa de excursiones. Excursión durante las vacaciones del verano de 1883» (1886-1887) p. 219

Emilia Pardo Bazán «Los pedagogos del Renacimiento (Erasmo, Rabelais, Montaigne)» (1889) p. 226

Rafael Altamira «La enseñanza de la historia» (1890) p. 237

Institución Libre de Enseñanza «La educación primaria y la situación de las clases obreras» (1890) p. 248

Concepción Arenal «El trabajo de las mujeres» (1891) p . 257

Gumersindo de Azcárate «La República Norteamericana» (1891) p. 265

José de Caso «Relación de la segunda enseñanza con la primaria. ¿Son ambas periodos de un mismo grado de cultura? (1892) p. 270

Joaquín Sama «Una lección de mineralogía a los párvulos» (1893) p. 280

Bertha Wilhelmi «Aptitud de la mujer para todas las profesiones» (1893) p. 287

Pedro Blanco Suárez «Juego de pelota» (1894) p. 291

Adolfo Posada «Progresos del feminismo» (1897) p. 296

Joaquín Costa «Reconstitución y europeización de España. Mensaje y programa de la Cámara Agrícola del Alto-Aragón» (1898) p. 303

Ricardo Rubio «De educación física» (1898) p. 314

Manuel Azaña «Giner. Explicaciones» (1899) p. 326

Alfredo Calderón «La educación moral/El laicismo» (1899) p. 335

Francisco Giner de los Ríos «El ser y el sujeto. La persona social» (1899) p. 342

María Goyri «El próximo Congreso Feminista» (1899) p. 348

Rafael Altamira, Alfonso G. Buylla, Adolfo Posada y Aniceto Sela «Contestación a la encuesta sobre «Oligarquía y caciquismo» (1902) p. 351

Francisco Giner de los Ríos «Mi pesimismo» (1904) p. 360

Guillaume Tiberghien/ Hermenegildo Giner de los Ríos (versión) «Concepto de filosofía moral» (1906) p. 363

Manuel Bartolomé Cossío «El Greco, Velázquez y el arte moderno» (1907) p. 367

Hermenegildo Giner de los Ríos «Teoría especial del arte literario» (1909) p. 377

María de Maeztu «La pedagogía en Londres y las escuelas de párvulos» (1909) p. 382

Julius Meier-Grafe «Viaje por España» (1910) p. 387

Adolfo Posada «La enseñanza de la sociología» (1910) p. 389

Corporación de antiguos alumnos de la Institución Libre de Enseñanza «La XVI colonia de vacaciones» (1911) p. 394

Rafael María de Labra «La educación popular» (1911) p. 399

Miguel de Unamuno «Del sentimiento trágico de la vida» (1912) p. 407

Manuel Bartolomé Cossío «El entierrro del conde de Orgaz» (1914) p. 412

Francisco Giner de los Ríos «En el centenario de Sanz del Río» (1914) p. 419

Manuel Bartolomé Cossío «Datos biográficos de Francisco Giner de los Ríos» (1915) p. 428

Francisco Giner de los Ríos «Fragmentos de un prólogo» (1916) p. 437

Fernando de los Ríos Urruti «Teoría del Estado» (1916) p. 443

Alice Pestana «La guerra y los niños» (1918) p. 454

Luis de Zulueta «…Lo que es del César» (1920) p. 459

Juan Uña «Sobre educación nacional» (1921) p. 463

John Dos Passos «In Memoriam. Don Francisco Giner de los Ríos» (1923) p. 468

Alexis Sluys «Reformas pedagógicas en España» (1923) p. 477

José Castillejo «La educación. El Estado y la Iglesia. Labor ministerial» (1926) p. 486

Juan Vicente Viqueira «¿Puede la psicología ser útil al maestro? (1926) p. 490

Ramón Menéndez Pidal «Romances y baladas» (1927) p. 494

José Castillejo «La educación en Inglaterra» (1930) p. 499

Rubén Landa «La educación de los adultos en España» (1930) p. 502

Lorenzo Luzuriaga «Ideas para una reforma constitucional de la educación pública» (1931) p. 506

Antonio Flórez Urdapilleta «La formación de los arquitectos» (1932) p. 512

Bernardo Giner de los Ríos «Las construcciones escolares de Madrid» (1933) p. 518

Leopoldo Torres Balbás «La reparación de los monumentos antiguos en España» (1933) p. 524

Rodolfo Llopis «Hacia una escuela más humana» (1934) p. 531

John B. Trend «Cossío o De su jornada» (1934) p. 539

Julián Besteiro «Cuando era joven el maestro» (1935) p. 554

Joaquín Xirau «La conciencia amorosa» (1936) p. 557

Justa Freire «La escuela hogar» (1937) p. 562

Luis Santullano «Antipedagogía» (1938) p. 567

Pierre Jobit/Paulino Garagorri (trad.) «El problema religioso del krausismo» (1945) p. 573

Constancio Bernaldo de Quirós «Las nuevas teorías de la criminalidad» (1946) p. 582

Alberto Jiménez Fraud «Ocaso y restauración» (1948) p. 590

Josep Pijoan «Arte contemporáneo» (1949) p. 608

La obra finaliza con un apéndice que consta de la versión original de los textos traducidos y con el correspondiente índice por autores y la constancia de la procedencia de las numerosas imágenes que ilustran la obra.

 

Addenda: Semanas después de haber hecho estas entradas el historiador Juan Francisco Fuentes ha efectuado una amplia, y concienzuda, reseña de esta trilogía, que merece ser leída y discutida.


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Los dos primeros volúmenes de una trilogía sobre la Institución Libre de Enseñanza y Francisco Giner de los Ríos

Entre los libros más destacados del 2013 los críticos de periódicos españoles han escogido pocas obras de historiadores. Los  de los diarios El País de Madrid y El Periódico de Barcelona coincidieron en elegir como obras más destacadas  El futuro es un país extraño. Una reflexión sobre la crisis social de comienzos del siglo XXI de Josep Fontana y Las historias de España, coordinado por José Alvarez Junco y otros autores, la cual fue considerada como el libro de no ficción del año por los críticos del suplemento El Cultural del diario El Mundo de Madrid.

No se menciona en ninguna de esas listas a la trilogía coeditada por la Fundación Fracisco Giner de los Ríos y Acción Cultural Española titulada La Institución Libre de Enseñanza y Francisco Giner de los Ríos: nuevas perspectivas. Pero dado el esfuerzo colectivo que ha supuesto su edición, y las nuevas perspectivas que abre sobre el conocimiento de una de las principales corrientes de pensamiento y de acción colectiva que ha modelado la educación y la ciencia en la España contemporánea, me parece oportuno ofrecer los índices de la obra para facilitar el acceso a sus contenidos.

Completamos así los contenidos de una entrada anterior en la que nos hacíamos eco de la intervención de Eduardo Martínez de Pisón cuando se presentó la obra en la Residencia de Estudiantes el 18 de septiembre de 2013.

ILE Profesora con niños 3 libros

El primer volumen de la trilogía, coordinado por Javier Moreno Luzón y Fernando Martínez López, aborda  las relaciones de los krausistas, inspiradores y sostenedores de la Institución Libre de Enseñanza a partir de su creación en 1876, con la política española. Quienes han diseñado este homenaje a Giner de los Ríos, en los prolegómenos del centenario de su fallecimiento en 1915, han tenido presente la advertencia hecha por su principal discípulo Manuel Bartolomé Cossío por aquellas fechas: «para hacer la biografía de Giner habría que hacer la historia de la Institución y para hacer ésta, habría que hacer la historia de España».

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Las quince contribuciones de este primer volumen , subtitulado Reformismo liberal. La Institución Libre de Enseñanza y la política española, son las siguientes.

Introducción: Javier Moreno Luzón y Fernando Martínez López, pág. 16

Progresistas, republicanos y krausistas antes de la revolución de 1868: María Cruz Romeo Mateo, p. 22

Los krausistas en la política del Sexenio democrático: Fernando Martínez López, p. 40

El sueño de la concordia nacional. Institucionismo y política en la Restauración (1875-1931): Manuel Suárez Cortina, p. 86

Hermenegildo Giner de los Ríos (1847-1923). Institución Libre de Enseñanza y Radicalismo: Fernando Arcas Cubero, p. 116

Los institucionistas. El partido liberal y la regeneración de España: Javier Moreno Luzón, p. 142

Segismundo Moret, Francisco Giner y la Institución Libre de Enseñanza: Carlos Ferrera, p. 180

Liberalismo socialista y socialismo liberal: Octavio Ruiz-Manjón, p. 214

Institucionismo y socialismo. Julián Besteiro y las terceras vías: Emilio Lamo de Espinosa, p. 236

Los institucionistas y la política educativa española (1898-1936): proyectos y realidades: María del Mar del Pozo Andrés, p. 256

La Institución Libre de Enseñanza y la política social: Juan Ignacio Palacio Morena, p. 292

Una obsesión muy católica: pasar por las armas a la señora Institución: Santos Juliá, p. 332

La Institución Libre de Enseñanza en la España del Nacional-Catolicismo: Elías Diaz, p. 356

– » ¡Muera la intelectualidad traidora!». La crítica franquista al universo de la edad de plata: Nicolás Sesma Landrín, p. 386

La impronta de la Institución Libre de Enseñanza en la democracia española: Alejandro Tiana, p. 416

– Indice onomástico: p. 439

El segundo volumen de la trilogía, coordinado por José García-Velasco y Antonio Morales Moya, reúne un conjunto de colaboraciones acerca de las conexiones de los krausistas con la educación, la ciencia y el arte y de la proyección de la labor cultural de los institucionistas en diversas partes del Estado tan relevante para alentar la edad de plata de la cultura española que transcurrió entre 1886 y 1936, grosso modo.

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Las cuarenta contribuciones de este volumen, subtitulado La Institución Libre de Enseñanza y la cultura española, son las siguientes:

Introducción: José García-Velasco y Antonio Morales Moya, p. 12

– Una paideia española. Ciento setenta años de krausismo e institucionismo en España: Antonio Morales Moya, p. 20

Giner de los Ríos, el «Sócrates español». De la política a la pedagogía: Pedro Cerezo Galán, p. 28

Alrededor de 1915: Nacionalismo y modernidad: José-Carlos Mainer, p. 68

Giner y su descendencia. La ILE y la cultura española contemporánea: José García-Velasco, p. 96

EL KRAUSISMO, ORÍGENES Y PRIMERA ETAPA DE LA INSTITUCIÓN LIBRE DE ENSEÑANZA

Hijos de la razón. Filósofos e institucionistas entre la tradición y la modernidad: María-Dolores Albiac Blanco, p. 198

Krause y los krausistas alemanes y españoles: Enrique M. Ureña, p. 236

Relaciones del krausismo español con la masonería: Pedro Álvarez Lázaro, p. 260

El pensamiento estético krausoinstitucionista: Ricardo Pinilla Burgos, p. 278

La Institución Libre de Enseñanza en España

Galicia y Portugal: Angel Serafín Porto Ucha, p. 303

Cataluña: Conrad Vilanou Torrano, p. 319

  Valencia: León Esteban Mateo, p. 328

Canarias: Manuel Ferraz Lorenzo, p. 337

Extremadura: Francisco Javier Alejo Montes, p. 349

Andalucía: Patricia Delgado Granados, p. 360

  Baleares: Antoni J. Colom Cañellas, p. 370

Castilla y León, Leoncio Vega Gil, p. 378

La ILE y la Fundación Sierra Pambley. Un camino de ida y vuelta: Elena Aguado Cabezas, p. 388

EL PROYECTO EDUCATIVO DE LA INSTITUCIÓN LIBRE DE ENSEÑANZA

Giner de los Ríos, hoy: Emilio Lledó, p. 412

Las innovaciones educativas: Antonio Viñao, p. 420

Las relaciones con los movimientos pedagógicos europeos: Eugenio Otero Pedraza, p. 436

El Museo Pedagógico Nacional y la modernización educativa en España (1882-1941): Pedro L. Moreno Martínez , p. 458

La educación de la mujer: Elvira Ontañón, p. 476

La enseñanza de las lenguas modernas: María del Mar Viña Rouco, p. 486

Música y educación: formar hombres en el «ideal» krausoinstitucionista: Leticia Sánchez de Andrés, p. 500

La enseñanza de la educación física: Francisco López Serra, p. 528

El material escolar: Antonio Molero Pintado, p. 540

La inspiración institucionista de la Residencia de Estudiantes (Grupo Universitario y Residencia de Señoritas): Isabel Pérez-Villanueva Tovar, p. 556

El Instituto-Escuela: Julio Ruiz Berrio, p. 578

El proyecto institucionista de educación popular: Eugenio Otero Urtaza, p. 594

CIENCIA Y CULTURA

La ciencia en la ILE: José Manuel Sánchez-Ron, p. 616

Giner de los Ríos, la ILE y los economistas españoles: Pablo Martín-Aceña, p. 658

Los valores del paisaje: la Sierra de Guadarrama en el horizonte de Francisco Giner y la ILE: Nicolás Ortega Cantero, p. 672

Patriotismo institucionista. La idea de España en la ILE: Demetrio Castro Alfín y Antonio Morales Moya, p. 712

La ILE y la historiografía española: Mariano Esteban de Vega, p. 738

Rafael Altamira y la ILE: Rafael Asín Vergara, p. 752

Fernando de los Ríos Urruti: Virgilio Zapatero, p. 764

La ILE como laboratorio de ideas y proyectos en arquiterctura y patrimonio: Salvador Guerrero, p. 782

Las artes populares en la ILE: Sofía Rodríguez Bernis, p. 800

Literatura en la ILE, ILE en la Literatura. De la poética ortodoxa de los heterodoxos a la modernidad poética: Bénédicte Vauthier, p. 816

– Indice Onomástico, p. 832

El 18 de septiembre de 2013 se presentó en la Residencia de Estudiantes el libro La Institución Libre de Enseñanza y Francisco Giner de los Ríos: nuevas perspectivasIntervinieron en el acto José García-Velasco, José Alvarez Junco, José Antonio Marina y Eduardo Martínez de Pisón, cuyas intervenciones se pueden seguir en el siguiente video.

portada libro La Institución Libre de Enseñanza y Giner de los Rios

A continuación reproducimos la intervención de profesor Martínez de Pisón, catedrático emérito de Geografía Física de la Universidad Autónoma de Madrid, extraida del número de diciembre de 2013 de la Revista de Occidente (páginas 5-10). De la prolífica obra de este extraordinario profesor e investigador cabría destacar su libro La belleza del oficio del geógrafo que contiene la lección jubilar que  dictó en su despedida de la universidad el 4 de diciembre de 2007.

Eduardo Martínez de Pisón

Eduardo Martínez de Pisón

Dadas las conexiones de los planteamientos del profesor Martínez de Pisón, – quien insiste en esta intervención suya en la Residencia de Estudiantes el pasado 18 de septiembre de 2013 en la profunda renovación educativa que auspició Francisco Giner de los Ríos, la cual influyó sobremanera en los logros culturales y científicos de la era de Cajal- , y los objetivos de esta bitácora me ha parecido oportuno reproducir su texto de la Revista de Occidente tal cual.

La Institución Libre de Enseñanza y Francisco Giner de los Ríos: nuevas perspectivas (Fundación Giner de los Ríos y Acción Cultural Española, Madrid, 2013) es una edición enciclopédica y monumental, con casi dos mil páginas, setenta capítulos y un número de autores algo superior a esta cifra. El trabajo resulta, pues, sin duda encomiable, su calidad excelente, el asunto profundo, la edición esmerada, con el elegante estilo que es propio de las publicaciones de la Residencia de Estudiantes, el lugar el adecuado y las personas reunidas con este motivo las deseables (Editores: Volumen I: Javier Moreno Luzón y Fernando Martínez López; Volumen II: José García Velasco y Antonio Morales Moya; Volumen III: Gonzalo Capellán de Miguel y Eugenio Otero Urtaza).

El primer tomo de esta ingente aportación concierne a la relación de la Institución Libre con la política española, el segundo a su lugar en nuestra cultura, y el tercero recoge una antología de textos entre 1861 y 1949, como panorama de las «preocupaciones institucionistas». Pero lo primero que encuentra el lector, lógicamente, es la tapa dura que agrupa los tres volúmenes y las cubiertas respectivas de estos. Allí destacan, para empezar, dos cosas: una clase y un bastón. En el estuche se representa un aula, donde me siento a gusto y hasta evoco mis días en activo, no tan lejanos. En las cubiertas de los tres tomos hay sendas fotos de Giner, con su silueta recortada; en dos de ellas está con un bastón herrado, una en El Pardo y otra en Torrelodones, en mis paisajes, por tanto, en nuestros paisajes. En la tercera foto no aparece con el bastón, sino con un paraguas, pero da lo mismo, en cualquier caso es también una referencia a la intemperie. En las tres, inevitablemente, evoco la Sierra de Guadarrama.

Incluso, ya en el interior del libro, uno de los capítulos, el de Nicolás Ortega lleva por título, «El Guadarrama como expresión de los valores del paisaje»: en suma, estamos en casa, dispuestos a subir al monte y hasta con ganas de dar una clase. Dice Nicolás Ortega que, entre el amor al paisaje de la sierra y un europeísmo explícito, se produjo, gracias a Giner, «una profunda renovación educativa». El maquetador de esta obra sintetiza así con sus elecciones de imágenes de portada, en una intuición sagaz, un contenido sustancial. Bastón herrado y aula son una idea y un programa.

Lo mismo ocurre con el escenario omitido en el que se recortan las figuras. Lo imagino porque está sugerido: también el paisaje fue una idea y un programa.

No venía, sin embargo, nuestro siglo XIX muy armado en tales pensamientos y escenarios; realmente hay pocos paisajes y muy escasas montañas en nuestros románticos y hasta casi finales de siglo, más proclive su literatura a asuntos de capa y espada, a escenas historicistas en ambientes sombríos o a amores desafortunados. Pese a la admiración rousseauniana de Jovellanos por el Valle de Lozoya o por el Puerto de Pajares, poco sedimento dejó este impulso en la cultura inmediata. Esa actitud aún ilustrada se podría concentrar, en efecto, en la siguiente propuesta de Rousseau: «La vista del campo, la sucesión de aspectos agradables, la grandeza del espacio […], todo esto desata mi alma, me comunica mayor audacia para pensar».

Pero algo después, según relata Larra en 1835, llevaron a este escritor a una jornada de caza en una dehesa y su experiencia de la naturaleza fue, en contraste, la que cito a continuación: «Un desierto», donde hormiguean jabalíes, venados, lobos, zorros, liebres, búhos, urracas, gallinas, «todo revuelto, volando, saltando, corriendo, aullando, bramando». Y, en definitiva, concluía: «la representación perfecta de la creación». No fue lo que se podría llamar una experiencia cordial.

Sin embargo, todos sabemos que, en 1915, pedía Machado que llevaran el cuerpo de Giner precisamente al Guadarrama, a los azules montes y los barrancos hondos donde el maestro «soñaba un nuevo florecer de España». Las razones poéticas y no poéticas de este giro son varias. De modo claro hay un arraigo en lo que se denominó «el sentimiento de la naturaleza», inicialmente tan europeo, que recogió y moldeó Unamuno explícitamente en un artículo muy bello. Para no repetirnos y con el fin de darle un carácter más universal recojo aquí como muestra un escrito lejano de Claudel, producto de sus correrías por China hacia 1900: «armado con un bastón» camino y camino y aprendo que «cada árbol tiene su per- sonalidad, cada insecto su papel, cada voz su lugar en la sinfonía», que todas las cosas existen en acuerdo. Siento la atracción de todas las cosas en el silencio de mi alma –añade– comprendo la armonía del mundo, la composición de las cosas: ciudades, montañas, ríos, jardines, árboles, templos, la lluvia, la fuente, la luz. Camino en busca del «conocimiento» y de la «comprensión» del mundo.

Más en concreto, aquí, desde 1886, la fundación de la institucionista Sociedad para el Estudio del Guadarrama y la publicación del artículo «Paisaje» de Giner consolidan esa fusión entre el aula y el bastón herrado. Y así dice Giner, con fundamento en lo más tangible de lo geográfico: «El suelo, la costra sólida del planeta, como elemento del paisaje […] ofrece por sí solo datos suficientes para construir una […] estética geológica». Sobre esa base pétrea, el paisaje era para Giner, además, la perspectiva de una comarca–como afirmarían los geógrafos– y la experiencia directa que se traduce en impresiones profundas y favorece «el ennoblecimiento de las emociones» y «el amor a las cosas morales». Justamente por ello se debe fomentar ese contacto con el paisaje, esa relación educativa, aunque al margen de «las formas frívolas» del sport.

Y tal fomento educativo es lo que recogía otro Larra en 1933, curiosamente llamado Fernando José de Larra, un pedagogo, cuando escribía sobre el beneficio de las excursiones inspiradas en Giner. Según nuestro segundo Larra, «el Guadarrama había sido para todas las creencias el enemigo de Madrid; su aire el productor de las pulmonías; su vecindad la causa del clima variado y mortal de la corte». Pero, tras la positiva influencia de las excursiones institucionistas, «ya no es el Guadarrama ni son los Picos de Europa ni Sierra Nevada ni el Pirineo enemigos de los hombres, sino sus amigos mayores». En conclusión, «ahora ya no hay miedo». El logro de Giner habría sido la conquista de un paisaje sin miedo. O, en palabras de Machado, «sobre la tierra amarga caminos tiene el sueño».

Pero aún hay otra cuestión interesante. En 1915 razonaba Ortega sobre el paisaje y el desprendimiento de su observador, quien no está buscando ganar sino regalar, y añadía que esta actitud tenía su trascendencia pues no hay un yo sin paisaje. El paisaje quedaba entendido, claro, como parte de la circunstancia, como enlace entre lo que nos rodea, las sensaciones, la vida y las ideas. Algún tiempo antes había estado hablando de ello con Giner en un paseo de ambos por el Guadarrama y don Francisco, que disentía algo de aquel concepto de paisaje, más subjetivo que el suyo, le comentó a Ortega que su planteamiento filosófico se parecía a algo que le había contado Concepción Arenal: «con los paisajes ocurre lo que en las posadas de aldea. Cuando llega el viajero y pregunta a la posadera: –¿Qué hay de comer? La posadera contesta: –Señor, lo que usted traiga. Pues esto es el paisaje; lo que cada cual traiga». Y concluye Ortega su relato: «Así habló Don Francisco Giner».

Quedémonos nosotros con las dos vertientes. Por una parte, el suelo, el bastón herrado, el Guadarrama. Y también, por otra, con lo que «usted traiga» (por ejemplo, esas dos mil páginas de razonables pensamientos, que están dando pie a estas divagaciones y que no son poco alimento para la posada).

La publicación del «Paisaje» de Giner abrió, por tanto, una puerta que no se ha cerrado aún. Pero esa apertura no viene dada solo por lanzar ese concepto, tan propio luego del 98 y de Ortega, más la entrega de tantos excelentes pintores. Estriba además en sus contenidos geográficos, estéticos, morales y educativos.

De lo primero daría cuenta esta afirmación de Giner, sin duda significativa: «la pintura de paisaje es el más sintético, cabal y comprensivo de todos los géneros de la pintura». De lo segundo habla casi todo el resto del artículo: el paisaje no es solo visual, sino de todos los sentidos y de todas las representaciones. El paisaje es un todo y su percepción es también global. El ejemplo se despliega al contemplador desde las Guadarramillas, en un panorama serrano que describe Giner minuciosamente. «Jamás podré olvidar –añade– una puesta de sol, que allá, en el último otoño, vi con mis compañeros y alumnos de la «Institución Libre» desde estos cerros […] No recuerdo haber sentido nunca una impresión de recogimiento más profunda». Y entonces piensa «en la masa enorme de nuestra gente urbana, condenada a la miseria, la cortedad y el exclusivismo de nuestra detestable educación nacional a carecer de esta clase de goces […], perdiendo […] el amor a las cosas morales que brota siempre al contacto purificador de la Naturaleza».

En junio de 1936, mal momento, Gloria Giner de los Ríos editaba un libro hermoso de lecturas geográficas, subtitulado Espectáculos de la Naturaleza, paisajes, ciudades y hombres, arroyo de aquella fuente y manifestación ya de un sentir más que moderno, concretamente expresado a través de un escrito de Tolstoi, del año 1899, que debería seguir leyéndose hoy en las escuelas: «Es en vano que millares y millares de personas amontonadas en un pequeño espacio de terreno se esfuercen en esterilizar la tierra que las sustenta; en vano que traten de aplastar el suelo bajo las piedras para que la germinación sea imposible; en vano que arranquen hasta la postrera brizna de hierba; en vano que corten los árboles y espanten cuadrúpedos y pájaros: hasta en la ciudad, la primavera es siempre primavera. […] Solo los hombres no cesan en engañarse». Y, poco después, incluía como complemento Gloria Giner de los Ríos una cita de Guido Rey bien expresiva: «El sentimiento de la naturaleza, ese don precioso de las almas privilegiadas, debería ocupar preferente lugar en nuestra educación». En eso estaban. En eso estamos.

Portada Gloria Giner de los Ríos

En suma, aquellas voluntades siguen vivas, aún resisten conjuntamente el bastón herrado y el aula para, en palabras del propio Giner, «labrar en las honduras del espíritu camino de regeneración y de progreso». Estas son las perspectivas, las antiguas y las nuevas: regeneración y progreso. Enhorabuena a los autores y editores por recordarlo.


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Interés en Buenos Aires por la geografía española y europea hace cien años

Cuando finalizaba el año 1907,  annus mirabilis de la ciencia española,  el profesor de Instituto Rafael Ballester y Castell (1872-1931), al que he dedicado diversas entradas en esta bitácora, presentaba el 14 de diciembre en la Universidad Central de Madrid su tesis doctoral Investigaciones sobre metodología geográfica. El tribunal calificador estuvo formado por un presidente: el catedrático de Historia de España de esa universidad, dirigente republicano y notorio masón, Miguel Morayta, (1834-1917); dos vocales ponentes:   Eloy Bullón  (1879-1957), catedrático de Geografía política y descriptiva de la Universidad Central de Madrid desde enero de 1907, afín al liberalismo conservador, y Alejo García Moreno, conocido por sus traducciones de Kant y del historiador Ernest Curtius; y dos vocales: el catedrático de Historia moderna y contemporánea Pío Zabala (1879-1968), de ideología conservadora, y  José Gutiérrez Garijo . Calificada con un sobresaliente, en un contexto académico no muy exigente, fue publicada al año siguiente en la Imprenta del Patronato de Huérfanos de Administración Militar, como un folleto de 79 páginas, y presentada de manera resumida en las páginas del tomo L del Boletín de la Real Sociedad Geográfica de Madrid, correspondientes al segundo trimestre de 1908.

Meses después sería una publicación argentina la que haría una nueva edición de esa tesis doctoral. En efecto se reeditó en diciembre de 1909 en el nº 10 del tomo tercero del Boletín de la Instrucción Pública de la República Argentina  y como folleto de 63 páginas lo publicó los talleres gráficos de la Penitenciaría Nacional en una coyuntura de un notable impulso educativo y científico en ese país sudamericano. Así lo manifiesta la fundación de la Universidad Nacional de la Plata en 1905, analizada en un exhaustivo estudio por Gustavo Vallejo, e impulsada por el político, educador e intelectual argentino masón Joaquín Víctor González (1863-1923).

Portada Ballester 1909

¿Cómo se produjo el salto transatlántico del trabajo académico del mallorquín Rafael Ballester? No lo sabemos a ciencia cierta por ahora. Quizás por la recepción en tierras argentinas del Boletín de la Real Sociedad Geográfica de Madrid, pues tenemos indicios de que esta revista tenía lectores bonaerenses. Además los historiadores argentinos vienen probando desde hace tiempo la sed de conocimientos geográficos, y el interés por la didáctica de la geografía existente en aquel tiempo en círculos pedagógicos argentinos.  De hecho pocos años después, durante la gestión de Antonio Sagarna, como ministro de Justicia e Instrucción Pública del gobierno Alvear, entre 1922 y 1928, fueron realizadas importantes reformas en los planes de estudio de la enseñanza secundaria. Como ha destacado Perla Zusman se buscaba entonces modernizar y otorgar un carácter científico tanto a los contenidos como a los métodos utilizados en la enseñanza de la geografía.

Ciertamente para esos educadores argentinos reformistas la tesis de Rafael Ballester podía ser un útil compendio de la historia de la geografía europea, y de los cambios producidos en la enseñanza de esa disciplina en los centros educativos europeos, particularmente alemanes y franceses,en las últimas décadas del siglo XIX.

El caso es que el lector argentino tenía ante sí un texto bien articulado en el que el profesor español amplió sus planteamientos sobre la metodología de la enseñanza de la geografía, y sobre la historia de la geografía, expuestos años atrás en un folleto publicado en Palma de Mallorca en 1901.

El texto publicado en Buenos Aires estaba fechado también en la misma ciudad de Palma, pero en 1909, ocho años después de que Mateo Obrador presentase en sociedad a ese profesor mallorquín.

Pra facilitar la lectura de su tesis a sus lectores europeos y americanos Rafael Ballester la precedió del siguiente índice, que transcribo, y que puede ser una buena guía para quien decida adentrarse en ella:

I. La Geografía clásica y la Geografía científica.- Constitución de la ciencia geográfica.- Geógrafos y Cartógrafos españoles anteriores al siglo XIX.- La enseñanza geográfica española en el siglo XVIII.- Restauración de los estudios geográficos en los albores del siglo XIX: Isidoro de Antiillón.- Abandono de los estudios geográficos.

II. La Geografía moderna: su origen.- Ritter y su obra.- Su influencia.- Objeciones.- Sus discípulos.- Progreso de la geografía alemana.- La enseñanza geográfica en Alemania.- Federico Ratzel.- Métodos.- La Geografía en las Universidades alemanas.-

III. Difusión de la Geografía en Europa.- Francia antes de 1870.- Malte-Brun.- Su influencia en España.- Vivien de Saint-Martin.- Cortembert.- La cartografía.- La enseñanza.- Los acontecimientosde 1870 y su influencia en los estudios geográficos.- Levasseur.- Nuevos métodos.- Transformación de la enseñanza geográfica.- Sociedades geográficas.

IV. Los Congresos geográficos.- Congreso de París de 1875; su importancia.- Drapeyron.- El método topográfico.-La Revista de Geografía.-Resultados del Congreso de París.-Adversarios del método topográfico.- Polémicas.- La Universidad de París y la enseñanza de la geografía.- Creaciones nuevas.- El Congreso de 1899.- Resultados en la Geografía francesa.- La exposición del Congreso de Berna.- La cuestión de la Escuela Nacional de Geografía.- El laboratorio geográfico de la Sorbona.- Geólogos y geógrafos; discusiones: Lapparent y J. Corcelle.- Tendencias de la moderna enseñanza geográfica en Francia.

V. Algunas indicaciones sobre la evolución de los estudios geográficos en Inglaterra, Escocia, Suiza, Bélgica, Italia y Portugal.

VI. La enseñanza de la Geografía en España.- La obra de la Sociedad Geográfica de Madrid en este punto.

Acerca del contexto de la publicación de esta tesis española en el Buenos Aires de 1909 conviene también tener en cuenta que en ese año se inició el famoso viaje de Rafael Altamira por tierras americanas, cuyo impacto en las relaciones culturales y científicas entre España y la América latina en general y entre España y Argentina, en particular, fue profundo (1). Ya hace tiempo uno de los principales discípulos del matemático español Julio Rey Pastor el historador de la ciencia argentino  Eduardo L. Ortiz llamó la atención en dos importantes textos  sobre la importancia de las relaciones científicas entre Argentina y España a principios del siglo XX (2). En esas relaciones desempeñaron un papel destacado desde Madrid la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas, creada en el annus mirabilis de 1907, y desde Buenos Aires la Institución Cultural Española, fundada en 1914, tras un homenaje tributado en tierras argentinas por la colectividad española al gran  estudioso de las lenguas y literaturas hispanas Marcelino Menéndez Pelayo, fallecido en 1912 (3).

En algún momento Rafael Ballester y Rafael Altamira, ubicados ambos en la órbita del reformismo liberal en torno a 1909, establecieron conexiones pues otra de las interesantes obras de Rafael Ballester, hecha cuando ya era catedrático del Instituto de Gerona, la titulada  Clío. Iniciación al estudio de la Historia, publicada  en 1913 en dos volúmenes, tenía la siguiente dedicatoria: «A D. Rafael Altamira. Homenaje de alta consideración a sus desvelos por la enseñanza».

Referencias bibliográficas adicionales

(1) Ver al respecto Gabriela Ossenbach, María García Alonso e Inés Viñuales, coords., Rafael Altamira en Argentina. Vínculos sociales e intelectuales entre España y Argentina en tiempos del primer centenario de la Independencia, Madrid, UNED, Centro de Estudios de Migraciones y Exilios, Fundación Ortega y Gasset-Argentina, 2013

(2) Eduardo L. Ortiz: «Las relaciones científicas entre Argentina y España a principios de este siglo. La Junta para Ampliación de Estudios y la Institución Cultural Española», en J. M. Sánchez Ron, coord.,  La Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas 80 años después (1907-1987), Madrid, CSIC, 1988, vol. II, pp. 119-158;  «Una alianza para la ciiencia: las relaciones entre Argentina y España a principios de este siglo»,  Llull  11, 1988, pp. 247-261; «El krauso-positivismo, la Junta y la nueva ciencia en España», en AA.VV.. El krausismo y su influencia en América Latina, Madrid, Fundación Friedrich Ebert, 1989, pp. 137-167.

(3) Marta Campomar, «Rafael Altamira, entre Antonio Atienza y Medrano y los antecedentes de la Institución Cultural Española», en Gabriela Ossenbach, María García Alonso e Inés Viñuales, coords., Rafael Altamira en Argentina. Vínculos sociales e intelectuales entre España y Argentina en tiempos del primer centenario de la Independencia, Madrid, UNED, Centro de Estudios de Migraciones y Exilios, Fundación Ortega y Gasset-Argentina, 2013, pp. 69-90


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Nuevo libro sobre la enseñanza secundaria en Aragón

En la eficaz lista de distribución de la Sociedad Española de Historia de la Educación (SEDHE) el profesor Antonio Viñao, de la Universidad de Murcia, donde ha efectuado un importante magisterio y ha promovido el  Centro de Estudios sobre la Memoria Educativa (CEME), y el Museo Virtual de Historia de la Educación (MUHVE),  se hacía eco recientemente del siguiente libro.

Estudios sobre la historia de la enseñanza secundaria en Aragón 431152653rad2D2F0

VICENTE Y GUERRERO, Guillermo (coord. y ed. lit), Estudios sobre la historia de la educación secundaria en Aragón, Zaragoza, Institución «Fernando el Católico», 2012, 451 páginas. ISBN: 978-84-9911-175-9.

Continuando la labor iniciada con el volumen titulado Historia de la Enseñanza Media en Aragón, publicado en el 2011, aparece ahora el libro que recoge las ponencias y comunicaciones presentadas en el II Congreso sobre la Historia de la Enseñanza Media en Aragón celebrado en el Instituto «Goya» de Zaragoza del 11 al 14 de abril de 2011. Dicho congreso es asimismo fruto del trabajo del Grupo de Investigación «Política, educación y cultura en el Aragón contemporáneo» y del Seminario «Análisis histórico de la Enseñanza Media en Aragón», ubicado en el mencionado Instituto de Educación Secundaria que ofrece un curso de formación de profesores sobre dicho tema.

La primera parte del libro reúne diez ponencias y una mesa redonda sobre recuerdos de los antiguos alumnos del Instituto «Goya».

Dichas ponencias están a cargo de:

M. de Puelles («La educación secundaria como problema: orígenes, evolución y situación actual»).

G. Vicente («El nacimiento del nuevo modelo liberal de segunda enseñanza en España (1808-1823). Algunas reflexiones desde Aragón»).

F. Baltar («Ramón Sanz y Rives: director de Instituto»).

F. Ezpeleta («Didáctica pedagógica en la novela costista. Justo de Valdediós. La ley del embudo y los universitarios»).

P. Altar, A. González y T. Molina («Evolución del IES «Vega de Turia» de Teruel en el siglo XX, 1900-1938″).

P. Fernández et alii («Los bachilleratos femeninos»).

A. R. Merino («La Escuela de Trabajo de Calatayud, 1931-1936»).

A. Ansón («Mariano Navarro Aranda (1917-1988), catedrático de Geografía e Historia y su trayectoria docente y directiva en los institutos de Catatayud, Teruel y «Goya» de Zaragoza».

y R. Cuesta y J. Mainer («Memoria de la educación y educación de la memoria. Miradas genealógicas a propósito del devenir de los institutos de bachillerato»).
La segunda parte, cuyo contenido sobrepasa el ámbito de la enseñanza media o secundaria,  incluye las diecisiete comunicaciones presentadas en el citado Congreso.

Dichas comunicaciones versan:

– sobre la impronta de los escritores románticos españoles en la enseñanza del siglo XIX (F. Soria).

– el conflicto entre regalistas y ultramontanos en la universidad española  (F. J. Ramón).

– escuelas laicas y republicanismo en Zaragoza (O. Aldunate).

– la enseñanza» del Derecho en el bachillerato (E. Montull).

– El Instituto General y Técnico de Zaragoza (C. Skiebniwski).

– la enseñanza de la lengua española en el Plan Villalobos (Mª A. Zorraquino).

–  la coeducación durante la II República (L . Benedí).

– la depuración del profesorado de segunda enseñanza en Aragón (A. Pérez)

– las consecuencias de la guerra civil en  la enseñanza en Zaragoza (M. Vázquez).

– la trayectoria escolar y académica de Antonio Ubieto (U. Rambla),

– tres profesores de segunda enseñanza: Eloy Fernández Clemente, José Antonio Labordeta y José Sanchís Sinisterra (F. Martín).

– las reivindicaciones estudiantiles en Zaragoza contra la selectividad (Mª L. Sánchez).

– la educación de género (Mª A. Álvarez).

– la coordinación docente en los institutos de educación secundaria (A. Lorente).

– el Instituto «Goya» entre 1948 y 1952 (F. Solsona).

– la evolución del Dibujo en la enseñanza secundaria (J. A. Pinos)

– y la colección o fondo histórico de geología del Instituto «Goya» (J. A. Gámez et alii).

Dado su interés para quienes se interesan por las vicisitudes de la enseñanza secundaria en la España contemporánea reproduzco esta noticia bibliográfica tal y como la remitió el profesor Viñao a los integrantes de la mencionada lista de distribución de la SEDHE.

Más adelante analizaré en detalle algunas de las contribuciones de este libro  relacionadas con el período histórico en el que este blog quiere profundizar, correspondiente grosso modo con el primer tercio del siglo XX.