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Cuaderno de investigación de Leoncio López-Ocón sobre las reformas educativas y científicas de la era de Cajal. ISSN: 2531-1263

Docentes interesados en la labor de la Sociedad de Naciones allá por 1935

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La Revista de Escuelas Normales fue una de las más relevantes publicaciones pedagógicas surgidas en la España de la década de 1920. Fue el órgano de expresión de la Asociación Nacional del Profesorado Numerario de esos establecimientos docentes. En ella publicaron numerosos artículos relevantes didactas de las ciencias naturales y las ciencias sociales como Modesto Bargalló -al que ha dedicado valiosos estudios Luis Moreno Martínez– y Pedro Chico, hijo del maestro Martín Chico, implicado en la promoción de la fiesta del árbol en las escuelas españolas y un pionero en la educación ambiental.

Esa publicación solía tener una cuidada sección bibliográfica. Por ejemplo, uno de sus colaboradores, que firmó con las iniciales P. C., – que podrían corresponder a quien fue director de esa publicación, entre 1933 y 1936, el maestro socialista Pablo Cortés (1893-1976)- prestó atención en el número 112 de esa revista, correspondiente a mayo de 1935, a una publicación oficial editada por la Sociedad de Naciones, que se puede consultar en el magnífico portal SIMURG, construido por la Red de Archivos y Bibliotecas del CSIC (ver aquí). Tal interés muestra cómo uno de los grupos sociales más atentos al devenir de ese organismo internacional en el seno de la sociedad española fue el de los maestros y pedagogos.

Reproduzco a continuación la reseña del Manual de la Sociedad de las Naciones, editado en 1935 en Ginebra por la sección de información de ese organismo internacional, que tras traducirlo a diversos idiomas lo distribuyó ampliamente por diversos rincones del mundo.

Hemos recibido el Manual que ha editado en español la Sección de Información de la Sociedad de las Naciones. Es un libro de extraordinaria utilidad para todo aquel que quiera estar al tanto de la labor realizada por la organización de Ginebra desde su fundación, lo cual quiere decir que es imprescindible para maestros y profesores como fuente de información necesaria para infiltrar en niños y alumnos los principios esenciales de la paz y la cooperación internacional.

Editado el Manual con extraordinaria pulcritud, se ha sabido condensar en relativamente poco espacio y con gran método lo fundamental de la obra realizada por la Sociedad de Naciones en los quince años que lleva de actuación.

La parte primera trata de la constitución y organización de la Sociedad tal como fue planeada en el Tratado de Versalles, con el desarrollo administrativo conseguido posteriormente. En esta parte va incluida la Organización Internacional del Trabajo, el Tribunal Permanente de Justicia Internacional y el presupuesto de la Sociedad. 

La segunda parte está dedicada a la actividad política del organismo ginebrino (organización de la paz, mandatos, minorías, comisiones y comisarías diversas).

La parte tercera trata de la obra técnica (económica y financiera, comunicaciones, higiene, cooperación intelectual, obra social y humanitaria, lucha contra los estupefacientes, socorro a refugiados, esclavitud, etc.) 

La cuarta parte trata de las instituciones especiales al margen de la Sociedad (Oficinas internacionales, Cruz Roja, Unión internacional de Socorro.)

La quinta parte trata de las relaciones con el mundo exterior, o sea publicidad, servicio de venta, prensa, sección de información, biblioteca, Radio-naciones, edificios, sellos, etc.

La sexta parte está constituida por diversos apéndices, como el texto del pacto, efemérides, acuerdos y convenios, etc. 

El Manual tiene también planos, mapas y gráficos y fotografías de las principales personalidades que han intervenido en la marcha de la Asociación de Naciones.

Por el índice de cuestiones que hemos enumerado se puede uno dar cuenta de la utilidad del Manual que comentamos.

Otras reseñas aparecidas en ese número de la Revista de Escuelas Normales fueron elaboradas por el ya mencionado Pedro Chico. El fue, quien con las siglas P. Ch., firmó las reseñas de dos obras de Leoncio Urabayen, quien era por entonces director de la Escuela Normal de Navarra, y colaborador de la revista Oasis, como he mostrado recientemente en el libro Viajes en la década de 1930. Tales obras de quien era calificado como «uno de los más destacados geógrafos de la actual escuela española» eran dos publicaciones editadas por la Sociedad Geográfica Nacional en 1934 y 1935. Una de ellas era La Geografía humana. Sus límites. Su contenido. Ensayo de estructuración geográfica. La otra era El panorama de la geografía humana. También Pedro Chico informó del trabajo de la antropóloga inglesa y estudiosa del folklore español Barbara Aitken Modern Slab Burials in Northern Castile que había publicado en la revista Man del Real Instituto Antropológico de Londres en su número de abril de 1935 y de un nuevo método de alemán por Aníbal Barbosa, profesor del Liceo Central de Santarém que tenía una atenta dedicatoria de su autor a Pedro Chico, quien tenía buenas conexiones con el mundo académico portugués.

Junto a esos libros el reseñista P.C. – es decir Pablo Cortés, según mis suposiciones- además de informar a su audiencia de la obra sobre la Sociedad de Naciones que se ha presentado, comentó obras variadas como las siguientes:

Estampas de aldea. Escuelas de España del notable maestro segoviano Pablo de Andrés Cobos (1899-Madrid 1973) con dibujos «un poco modernistas» de Miguel Prieto, quien fallecería exiliado en México. Esta ha sido recuperada recientemente gracias a una magnífica edición de Aku Estebaranz y Ainhoa Zufriategui.

L’enfant et le langage del sicólogo francés Henri Delacroix (1873-1937), publicado por la editorial Alcan en París en 1934.

Las tres eses. Salud del pedagogo y eugenesita asturiano Luis Ramón Huerta Naves (1889-Madrid 1975) publicado en 1935 por la editorial Magisterio Español.

y La Universidad Internacional de Verano en Santander. Resumen de sus trabajos, 1933-1934, editado en 1935 por el Patronato de esa institución educativa.

Decía el reseñista de esa obra propagandista de la Sociedad de Naciones que el libro que presentaba era «imprescindible para maestros y profesores como fuente de información necesaria para infiltrar en niños y alumnos los principios esenciales de la paz y la cooperación internacional».

Probablemente entre esos profesores simpatizantes con ese ideario de la Sociedad de Naciones se encontraban otros colaboradores de ese número 112 de la Revista de Escuelas Normales, de mayo de 1935. Uno de ellos era R. A. Cowling, autor del artículo «Una institución española vista por un extranjero. Un experimento en España. La Escuela plurilingüe en Madrid», que conocía bien al ser profesor de inglés de ella, texto que al parecer dio a conocer también en publicaciones extranjeras (ver aquí) así como Felipe Sáiz, profesor de la Escuela Normal de Barcelona y didacta de las matemáticas, firmante del artículo «La pedagogía por la literatura: Swift».

También entre ese profesorado comprometido con difundir en las aulas los principios pacifistas auspiciados por la Sociedad de Naciones desempeñaron un papel relevante las maestras. Estas ocuparon un espacio significativo en las páginas del mencionado número de la Revista de las Escuelas Normales, de mayo de 1935.

En él se publicaron por ejemplo el resumen de la ponencia presentada por la profesora Dolores Nogués y Sardá, prima hermana del maestro nacional Antonio Benaiges Nogués, el protagonista de la película «El maestro que prometió ver el mar», en el V Congreso de Enseñanzas del Hogar celebrado en Berlín titulada «Aportaciones científicas y su adaptación y ejecución de las enseñanzas del hogar en la Escuela Normal de Ávila» y un artículo reportaje firmado por Agustín Escribano, director de la Normal de Granada, sobre la Residencia de Señoritas estudiantes que funcionaba en Granada desde enero de 1935 gracias a gestiones efectuadas por la Escuela Normal del Magisterio primario de esa ciudad que él dirigía. Esa residencia estaba situada en la calle Alhamar, en el barrio de Figares. Meses después de publicar esa colaboración Agustín Escribano sería fusilado por los golpistas el 11 de septiembre de 1936 en un verano trágico para la ciudad de Granada, como ha evocado recientemente Antonio Muñoz Molina. Su mujer, María Luisa Pueo y Costa, sobrina de Joaquín Costa, inspectora de primera enseñanza, profesora de la Escuela Normal y secretaria de la mencionada Residencia de Señoritas granadina, sería depurada y duramente castigada por la dictadura franquista.

Autor: Leoncio López-Ocón

Historiador. Investigador del Instituto de Historia del Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC. Madrid.

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