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Cuaderno de investigación de Leoncio López-Ocón sobre las reformas educativas y científicas de la era de Cajal. ISSN: 2531-1263


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Informe de 1922 sobre la geografia española del norteamericano Joerg

El geógrafo W.L.G. Joerg, enviado por la American Geographical Society, recorrrió parte del continente europeo en 1921 cuando los norteamericanos empezaron a ver el mundo girar alrededor de ellos como ha analizado Susan Schulten en la fascinante historia de The geographical imagination in America, 1880-1950.

A su regreso presentó en los Estados Unidos un detallado informe titulado Recent geographical work in Europe acerca del desarrollo de esa disciplina científica en veintidós paises europeos.

La valoración que ofrece de la situacion de la geografia en España es interesante por una doble razón.

Explica como a principios del siglo XX se intensificó una corriente de opinión para separar la enseñanza de la geografia de la de historia, de la que habia estado supeditada a lo largo del siglo XIX. Asi en 1914, al reorganizarse el plan de estudios de las escuelas normales de Magisterio, un real decreto estableció la separación de ambas enseñanzas y lo mismo sucedió en el Instituto del Cardenal Cisneros. En 1915, al producirse la reorganización de los estudios de comercio superior, se creó una cátedra de geografia en la Escuela Central de Intendentes Mercantiles de Madrid, impulsada por Francisco Bergamin Garcia, el padre del escritor Jose Bergamin, poeta de la España peregrina.

Por otro lado valora las aportaciones de una serie de instituciones y personas que contribuyeron al desarrollo de la geografia en la España de las dos primeras decadas del siglo XX.

Destacó sobre todo a la Real Sociedad Geografica de Madrid y a su secretario general Ricardo Beltran y Rózpide, quien era tambien profesor de geografia en la Escuela de Estudios Superiores del Magisterio en Madrid. Consideró que su informe de 1913 al ministro de Educacion sobre la enseñanza de la geografia, publicado por la Revista de Geografia Colonial y Mercantil fue uno de los documentos mas importantes elaborados para impulsar el movimiento de reforma de los estudios geograficos. Su guia, en tres volúmenes, para mejorar el estudio de la geografia tuvo una notable circulacion a finales de la década de 1910.

Enumeró las contribuciones del naturalista y oceanógrafo Odón de Buen,del historiador Jerónimo Becker, del catedrático desde 1907 de Geografía política y descriptiva de la Universidad Central de Madrid Eloy Bullón, de los profesores de la Escuela de Intendentes Mercantiles de Madrid Ricardo Bartolomé y Mas y A. López  Sánchez. y del bibliotecario de la Real Sociedad Geográfica de Madrid, Antonio Blázquez, cuya adaptación del libro de texto de Vidal de la Blache y Carmen d`Almeida era de factura moderna y tenía calidad.

Resaltó asimismo el importante papel desempeñado por el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, adscrito a la JAE, en el desarrollo de los estudios geográficos y del conocimiento del territorio español. Le llamaron la atención las publicaciones de la serie de geología editadas por el Museo. Elogió la excelente geografía física de la península ibérica del catedrático de instituto de Guadalajara Juan Dantín Cereceda, completamente moderna en método y contenidos. Y aludió a trabajos de Eduardo Hernández Pacheco sobre la geología del norte de la Península, de Hugo Obermaier sobre la glaciación de las montañas de España en el periodo cuaternario, de Constancio Bernaldo de Quirós sobre la sierra de Guadarrama, y al estudio fisiográfico con diagrama de bloques sobre el tajo de Ronda del catedrático del instituto de Cabra Juan Carandell, quien asi mismo había hecho las ilustraciones a vista de pájaro de la sierra de Guadarrama el mencionado trabajo de Bernaldo de Quirós.

Consideró que la contribución de Eduardo de los Reyes Prósper, profesor de fitogeografía en la Universidad de Madrid, sobre las estepas de España era una obra relevante y en cuanto a los numerosos trabajos del geógrafo catalán Emilio Huguet del Villar puso el énfasis en sus trabajos La definición y división de la geografía dentro de su concepto unitario actual (Barcelona 1915) y El valor geográfico de España: Ensayo de ecética (Madrid 1921).

Finalmente prestó atención a ciertas contribuciones efectuadas por naturalistas y geógrafos españoles al conocimiento del territorio de Marruecos como consecuencia de haberse establecido un protectorado español sobre la zona norte de ese país tras el Tratado de  Fez de 1912. Destacó al respecto los trabajos del ingeniero de minas  Agustín Marín y Bertrán de Lis «Estudios relativos a la geología de Marruecos» y del catedrático de Cristalografía y Mineralogia descriptiva de la Universidad Central Lucas Fernandez Navarro «Marruecos físico: Valor económico del protectorado español», publicados respectivamente en el Boletín del Instituto Geológico de España y en la Revista de Geografía Colonial y Mercantil. Y los mapas de Ecola y Méndez España en Marruecos: Mapa de la zona en el norte del imperio asignada a España según el tratado de 1912, 1:450.000 y de J.M. de Gamoneda: Mapa del Imperio de Marruecos, 1:600.000. Estos trabajos cartográficos inspiraron rápidamente la producción de mapas para las aulas de los institutos.