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Cuaderno de investigación de Leoncio López-Ocón sobre las reformas educativas y científicas de la era de Cajal. ISSN: 2531-1263


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Leonardo Martín Echeverría, profesor aspirante del Instituto-Escuela de la JAE

El próximo viernes 28 de abril impartiré una conferencia en la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce de Segovia en el marco del interesante ciclo coordinado por José Luis Mora García acerca de la labor desempeñada por personalidades segovianas o vinculadas con Segovia en el exilio. Debido a mis investigaciones sobre Leonardo Martín Echeverría que he dado a conocer fundamentalmente en tres trabajos, dos de ellos dedicados a la editorial Atlante en la que Martín Echeverría publicó su principal obra España: el país y los habitantes poco después de llegar a México como exiliado político, y otro a su estancia en Segovia como catedrático de su instituto, durante la década de 1920.

Ahora lo que quiero subrayar es que su larga experiencia como enseñante de las materias de Geografía e Historia las inició en ese extraordinario centro educativo que fue el Instituto-Escuela, impulsado por la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE) , cuyo decreto fundacional publicado el 11 de mayo de 1918, lo redactó José Castillejo como mostré en otro trabajo, publicado en Ciencia e innovación en las aulas. Centenario del Instituto-Escuela (1918-1939), accesible aquí

Él fue -cuando tenía 24 años pues había nacido en Salamanca en 1894- uno de los primeros profesores seleccionados para formarse como docente del Magisterio Secundario, pues el Instituto-Escuela se concibió como un instrumento de formación de un plantel de docentes que renovasen los métodos y contenidos de una anquilosada enseñanza secundaria.

En efecto, en las memorias de la JAE correspondientes al curso 1918-1919 se señala que para cumplir con el artículo 45 del Reglamento del Instituto-Escuela la JAE abrió durante ese curso cuatro secciones de las nueves previstas para formar a los aspirantes al denominado Magisterio Secundario.

Esas secciones fueron:

la Primera o Preparatoria, de estudios elementales, dirigida por la profesora normal María de Maeztu Whitney

la Segunda, de Lengua y Literatura castellanas y Lengua y Literatura modernas, dirigida por el catedrático de la Universidad Central Ramón Menéndez Pidal

la Quinta, de Matemáticas, dirigida por el catedrático de la Universidad Central Julio Rey Pastor

y la Séptima que agrupaba a las Ciencias naturales, Fisiología, Higiene y Agricultura, dirigida por el también catedrático de la Universidad Central Ignacio Bolívar.

Como esa innovadora experiencia educativa estaba dando sus primeros pasos se decidió limitar el número de aspirantes admitidos. Entre los elegidos se encontraba Leonardo Martín Echeverría, cuyo nombre aparece en un listado de personas que desempeñarían en el futuro notables servicios en la docencia y en la investigación. He aquí quienes conformaron la primera promoción de profesores aspirantes al Magisterio secundario del Instituto-Escuela, indicándose entre paréntesis las fechas de su nombramiento. Fueron 11 varones y 5 mujeres

Juana Moreno Sosa (12 noviembre 1918)

María Sánchez Arbós (12 noviembre 1918)

Samuel Gili Gaya (12 noviembre 1918)

Agustín Millares (12 noviembre 1918)

María Luisa G. Dorado (12 noviembre 1918)

Leonardo Martín Echeverría (12 noviembre 1918)

José Mª Ramos Loscertales (12 noviembre 1918)

Ruperto Fontanilla (12 noviembre 1918)

Rosa Herrera Montenegro (12 noviembre 1918)

Gonzalo Pérez Casanova (12 noviembre 1918)

Leoncio Gómez Vinuesa (12 noviembre 1918)

Antonio Graner Molero (12 noviembre 1918)

María de las Nieves González Barrio (12 noviembre 1918)

Juan Cuesta Urcelay (12 noviembre 1918)

José Vallejo (14 enero 1919)

Antonio Marín (8 abril 1919)

Sus funciones, bosquejadas en el Real decreto y Reglamento del Instituto y en las Instrucciones aprobadas por la Junta, fueron objeto de ensayos y tentativas, que se consolidaron unas veces y otras se rectificaron. También la Memoria de la JAE apuntó que tales profesores aspirantes se encargaron de cursos completos y continuos, bajo la dirección y el consejo y guía de los catedráticos respectivos, «de tal modo que el aspirante adquiere el sentido de responsabilidad de su trabajo, sin más limitación que la de estar obligado a pedir y recibir consejos».

Además se alentó a esos profesores a que frecuentasen los laboratorios y centros de estudio dependientes de la JAE para «ampliar y elevar su cultura» y se les expuso la conveniencia de asistir a las clases de Pedagogía que se impartían en la Universidad y en la Escuela Superior del Magisterio y al breve ciclo de conferencias sobre Pedagogía que impartió en el Instituto-Escuela María de Maeztu.

Según la escueta información que aparece en su hoja de servicios, existente en el Archivo General de la Administración, -que curiosamente está certificada en algún momento de 1919 por el secretario interino de la JAE y del Instituto-Escuela de Segunda Enseñanza Gonzalo Jiménez de la Espada – Leonardo Martín Echeverría en ese curso 1918-1919 se hizo cargo de las clases de Geografía, donde posiblemente estuvo tutorizado por el catedrático Juan Dantín Cereceda, y se vinculó al Centro de Estudios Históricos de la JAE, donde no sabemos qué labores desempeñó.

Toda esa experiencia acumulada en esos meses le sería de suma utilidad para encarar las duras pruebas -el cuestionario se componía de 223 temas- de las oposiciones a la cátedra de Geografía e Historia de los Institutos de Segovia y Las Palmas que se celebraron durante el primer cuatrimestre de 1920. Tras superarlas con éxito, recién cumplidos 26 años, se inició una nueva etapa en la vida de Leonardo Martín Echeverría.

Para saber más sobre Leonardo Martín Echeverría ver mis trabajos

«Antonio Jaén Morente y Leonardo Martín Echeverría: dos catedráticos innovadores en el Instituto de Segovia”. En Educación, cultura y sociedad. Génesis y desarrollo de un proyecto reformista (Coords. José Luis Mora y Miriam Sonlleva). Tomo IV de La Universidad Popular Segoviana. Antecedentes, historia y protagonistas.Tomo IV de La Universidad Popular Segoviana. Antecedentes, historia y protagonistas, Segovia, Real Academia de Historia y Arte de San Quirce, 2020, pp. 347-372

“Atlante en el exilio: actores y etapas de una editorial republicana hispano-americana” en El exilio español del 39 en México. Mediaciones entre mundos, disciplinas y saberes, editores Antolín Sánchez Cuervo y Guillermo Zermeño, México, DF, El Colegio de México, 2014, pp. 63-100. Accesible aquí

«La editorial Atlante: claves de una iniciativa cultural de los republicanos españoles exiliados” en Laberintos. Revista de estudios sobre los exilios culturales españoles, vol. 15, 2013, pp. 129-155. Accesible aquí


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El primer Consejo de Instrucción Pública republicano

El 5 de mayo de 1931 diversos diarios – El Heraldo de Madrid, La Libertad, El Siglo Futuro, La Opinión– informaron de que el Consejo de Ministros celebrado el día anterior había aprobado importantes medidas. Entre ellas cabe destacar  los decretos por los que se reorganizaba la Junta de la Ciudad Universitaria y se reformaba el Consejo de Instrucción Pública que llegaría a presidir Miguel de Unamuno.

Unamuno presidente Consejo Instrucción Pública

Este importante órgano consultivo quedó constituido de la siguiente forma, integrándose en él un cualificado grupo de profesores y pedagogos reformistas:

– Sección de Primera enseñanza: Pedro Blanco Suárez, autor de Historia de la educación y la pedagogía que había publicado en 1923; Luis Bello Trompeta (1872-1935); María Dolores Cebrián y Fernández de Villegas (1881-1973); Sidonio Pintado Arroyo (1886-1939); Fernando Sáinz Ruiz (1891-1959); Manuel Ainaud Sánchez (1885-1932)

– Sección de Segunda enseñanza (escuelas de Comercio y otras especiales): el catedrático de Filosofía del instituto de Valencia Joaquín Alvarez Pastor; Rubén Landa Vaz (1890-1978) ; Leonardo Martín Echevarría (1894-1958); Martín Navarro Flores (1871-1950);  Enrique Rioja Lo bianco (1895-1963).

– Sección de Bellas Artes y Escuelas de Artes y Oficios:  Aurelio Arteta y Errasti (1879-1940); Anselmo Miguel Nieto (1881-1964) ; Andrés Ovejero Bustamante (1871-1954); Amadeo Vives Roig (1876-1932).

– Sección de Universidades y Escuelas de Veterinaria: Cándido Bolívar Pieltain (1897-1976), Leopoldo García Alas y García Argüelles (1883-1937), Luis Jiménez de Asúa (1889-1970) , Santiago Pí y Suñer (1893-1981), Claudio Sánchez Albornoz (1893-1984),  José Xirau y Palau (1893-1982).

Estos 21 profesores desempeñarían un papel clave en las reformas impulsadas por la Segunda República para elevar el nivel de la instrucción pública. Varios de ellos han dejado una huella importante en la historia española del siglo XX. Otros han caído en el olvido como los dirigentes de Izquierda Republicana y estimables docentes Joaquín Alvarez Pastor y Leonardo Martín Echeverría. Unos sufrieron con la pérdida de su vida su compromiso republicano como le sucedió al maestro Sidonio Pintado y al rector de la Universidad de Oviedo Leopoldo García Alas, hijo de «Clarín»; otros tuvieron que emprender el camino del exilio. Así sucedió con los cinco catedráticos de instituto que formaron parte de la sección de segunda enseñanza: todos ellos fallecieron en México.  Muy pocos de los restantes pudieron continuar con sus actividades docentes en la España franquista.

Niña en la ventana. Cuadro de Aurelio Arteta en el Museo de Bellas Artes de Bilbao

Niña en la ventana. Cuadro de Aurelio Arteta en el Museo de Bellas Artes de Bilbao

 

Addenda escrita el 26 de octubre de 2015: Más noticias sobre la labor de este Consejo de Instrucción Pública republicano se encuentran en el libro de Antonio Molero Pintado, La reforma educativa de la Segunda República, pp. 74-76.

En una nota a pie de página este autor señala que con fecha de 8 de mayo de 1931 una Orden nombró vicepresidente del Consejo al médico y político catala´n Santiago Pi Suñer, quien desde 1923 era catedrático de la Universidad de Zaragoza. Semanas después, por decreto de 25 de julio, se aceptó la dimisión de Luis Bello y Pedro Blanco, siendo sustituidos en la sección primera por los pedagogos socialistas Dionisio Correas (1885- ),  y Lorenzo Luzuriaga (1889-1959). El primero se habia hecho cargo de la sección La escuela y la vida de El Socialista entre 1921 y 1930 y dirigió el Orfanato Nacional de El Pardo entre noviembre de 1931 y noviembre de 1933. El segundo, inspector de primera enseñanza, había fundado en 1922 la importante Revista de Pedagogía,  plataforma desde la que difundió las ideas del movimiento de la Escuela Nueva.

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